Monty Williams llegó a los Detroit Pistons con mayor contrato jamás firmado por un entrenador en la NBA. La franquicia de Michigan hizo una multimillonaria apuesta por el que, entonces, estaba considerado uno de los técnicos de más renombre y reputación de toda la NBA. Los Pistons convencieron a Williams en el verano de 2023 -tras ser despedido de los Suns- con una suculenta oferta de casi 79 millones en seis temporadas para encabezar el nuevo proyecto de reconstrucción de Detroit.

Sin embargo, la primera temporada fue negativamente histórica, en la que además de acumular un balance de 14-68, llegaron a perder 28 partidos de manera consecutiva, firmando así la peor racha de derrotas de la historia de la competición. Tras la ignominiosa temporada de los de Michigan, en Detroit tomaron cartas en el asunto. Llegó Trajan Langdon como nuevo Presidente de Operaciones de los Pistons, y éste optó por reestructurar el proyecto, y esto incluía el cambio de entrenador.

Williams fue cesado este verano, una decisión ruinosa económicamente para el máximo mandatario Tom Gores ya que, tras una sola temporada en el cargo, le deberá 65 millones de dólares correspondientes a los cinco años de contrato que le restan.

Y después de un periplo corto y para olvidar, Monty Williams ya ha encontrado un nuevo, aunque sorprendente destino. El técnico entrenará en San Antonio, pero no en los Spurs. Será en el baloncesto de instituto, en el TMI Episcopal, centro en el que acuden sus hijos.

Con su llegada al banquillo de este instituto de San Antonio, Williams ya no sólo entrenará a su hijo Elijah, considerado como uno de los jugadores más destacados de la generación de 2026 y con varias ofertas de la NCAA, sino que también reemplazará a Bruce Bowen, leyenda de los Spurs, como entrenador del equipo.

Williams ya cuenta con pasado en San Antonio. Jugó en los Spurs en su etapa como jugador, de 1996 a 1998, y años después como asistente.


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Óscar Périz



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