Los ministros de Defensa de los países del G7 se reunieron en Italia en medio de un creciente conflicto en Oriente Medio y la guerra en Ucrania.

La situación de Oriente Medio impacta en las discusiones del G7 en Nápoles

El encuentro, organizado por Italia, se realizó en Nápoles, hogar de una base de la OTAN. Entre los asistentes estuvo el jefe de la OTAN, Mark Rutte, y Josep Borrell, responsable de política exterior de la UE.

Las conversaciones incluyeron los recientes ataques a la misión de la ONU en el Líbano y la posibilidad de un alto el fuego en Gaza, tras el asesinato del jefe de Hamás, Yahya Sinwar. Las tensiones en el sur de Israel se han extendido hacia el Líbano, involucrando también a Hezbolá.

En este contexto, Borrell sugirió fortalecer el mandato de la FPNUL para permitir una mayor reacción frente a los ataques. Israel ha expresado su escepticismo sobre la utilidad de las fuerzas de paz en la zona.

El impacto de la guerra en Gaza y las tensiones con Hezbolá en el G7

Borrell calificó la situación tras la muerte de Yahya Sinwar como una “nueva perspectiva” para negociar un alto el fuego. La guerra entre Israel y Hamás ha escalado con ataques diarios desde Líbano por parte de Hezbolá. Las fuerzas de paz de la FPNUL, ubicadas en el sur del Líbano, han sido objeto de ataques, con llamados desde Israel para que evacuen la zona.

Las fuerzas de paz han resistido la presión para abandonar el área, pero sus capacidades para detener las actividades de Hezbolá son limitadas. Borrell destacó la necesidad de un mandato más robusto, mientras que Italia, que contribuye con 1.000 soldados, condenó los ataques recientes.

La cumbre del G7 destacó la inestabilidad regional, con un enfoque en cómo las tensiones en Gaza y Líbano afectan la seguridad internacional.

La guerra en Ucrania y el posible apoyo militar en discusión en el G7

la guerra en Ucrania también fue un tema central en las discusiones del G7. Los ministros examinaron la situación de Kiev ante el tercer invierno de guerra, con la presión adicional de posibles cambios en el apoyo militar de EE. UU. si Donald Trump es elegido.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, presentó un “plan de victoria” ante la UE y la OTAN, buscando fortalecer la capacidad ofensiva de Ucrania contra objetivos militares en Rusia. Sin embargo, la adhesión inmediata de Ucrania a la OTAN parece inviable.

Otro tema fue el reporte de la inteligencia surcoreana sobre el posible despliegue de tropas norcoreanas en apoyo a Moscú, una información que la OTAN no ha confirmado.

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