Primero fueron las novedades del informe de la UCO de la Guardia Civil sobre la trama Koldo y después la investigación al fiscal general del Estado. El PP recibió un balón de oxígeno más potente de lo que esperaba para pasar página de una crisis interna de gran dimensión a cuenta del error parlamentario que les llevó a apoyar una reforma legal que permitirá excarcelar a presos de ETA antes de tiempo. También se vio forzado a cerrar en falso esa crisis, lo que no impide que haya un ajuste de cuentas pendiente. En el entorno de Alberto Núñez Feijóo insistieron desde el primer momento en que no habría represalias individuales ni culpables señalados.
Sin embargo, el malestar ha ido en aumento en la bancada del PP. El portavoz, Miguel Tellado, y su núcleo de confianza, fue señalado por algunos diputados sobre los que ahora pesa una desconfianza mayor en la dirección nacional. En Génova, a pesar de repetir que no habría cabezas de turco, sí tomaron nota de la reacción de unos y otros, y tienen identificadas las personas que a su juicio fueron “desleales”.
Como publicó este periódico, ese error -que tiene muchas derivadas y que Feijóo calificó como “injustificable”- ha provocado la que quizá ha sido la mayor crisis interna para el líder del PP desde que llegó a la presidencia nacional. La preocupación, por ejemplo, en la mayoría de CCAA gobernadas por los conservadores lo pone en evidencia. En muchos territorios no entendían cómo pudo ocurrir algo así y dudaban de que el partido pudiera recomponerse sin más.
Pero esta crisis -con señalamientos internos desde el primer minuto- ha hecho aflorar luchas de protagonismo y de poder que llevaban tiempo soterradas. “Cuando hay un problema sale lo peor de la política. Y ahí se retratan los desleales”, afirman en el núcleo de confianza del líder del PP.
Feijóo mantuvo un gesto serio a lo largo de toda la semana de la crisis. Tampoco se mostró cercano a Tellado en los plenos hasta que el 12 de octubre, mano a mano, compartieron espacio en el desfile de las Fuerzas Armadas y la recepción en el Palacio Real. Tellado es el portavoz parlamentario en el Congreso porque cuenta con la absoluta confianza del líder nacional. El perfil -tan criticado por la oposición y cuestionado por algunas voces internas- está elegido a conciencia. El dirigente gallego cumple con el guión que le encomendó su jefe de filas y las comparaciones que le hacen con otros casos, como fue el de Rafa Hernando, por ejemplo, tampoco son casuales.
Tellado tiene el papel de convertirse en el azote del gobierno esta legislatura, sacrificando incluso el papel de negociador que en otros momentos ha tenido que ejercer el portavoz con otros grupos parlamentarios. Ha protagonizado duros enfrentamientos con el PNV sin ir más lejos. Y mientras le cuestionan algunos dirigentes – “todos identificados” recalcan en Génova- le han surgido otros aliados que son clave en la organización, empezando por el PP de Madrid.
Desde que empezó su andadura como portavoz y estrenó ese perfil duro en la Cámara Baja rara es la semana que en el entorno de Isabel Díaz Ayuso no ponen en valor alguna de sus intervenciones. “Lo hace muy bien y necesitamos una voz así en el Congreso que compense el perfil de Feijóo”, dicen a menudo. También le defendieron tras el aluvión de críticas que cosechó por mostrar una fotografía con las víctimas del PSOE asesinadas por ETA hace días. Esta misma semana en una entrevista en ‘EsRadio’ Tellado hacía suyas las palabras de José María Aznar de hace meses – “como dijo el presidente Aznar, el que pueda hacer que haga”- reiteró.
Incluso a raíz del error parlamentario -que en el PP de Madrid ven con muy malos ojos y muchos dirigentes consideran que las bases sí necesitan algún culpable que se responsabilice y pague las consecuencias- en la Puerta del Sol salieron en defensa de Tellado. Ni creen que él pueda ser el responsable a pesar de la jerarquía ni comparten los “ataques” que recibió de compañeros de escaño. En el núcleo duro de la presidenta anticipan incluso que pronto habrá alguna fórmula para apoyar públicamente al portavoz.
Tellado llegó de la mano de Feijóo a Madrid cuando todavía el líder del PP apostaba por “otra forma de hacer política”. En la dirección nacional insisten en que esos principios permanecen pero, al mismo tiempo, también reconocen que el expresidente de la Xunta ha ido haciendo ajustes “al ver lo que tenía enfrente”.
Se refieren al presidente del Gobierno, sobre el que algunos sectores del PP, especialmente en el de Madrid, estuvieron tiempo temiendo que la nueva dirección “no hubiera entendido lo que implica tener a Pedro Sánchez de rival”. El que fuera la mano derecha de Feijóo en Galicia ha terminado siendo la voz más dura del Congreso, en línea con la petición que siempre hizo el PP de Ayuso. Y ahora, inciden en el núcleo duro de la presidenta, en Sol “tendrá un apoyo claro”.