La Coca-Cola solo se vendía al comienzo de su historia a través de grifos en los que se mezclaba con agua carbonatada. Apenas ocho años después de que John S. Pemberton la inventara en 1886, el dueño de una tienda de dulces en Vicksburg (Mississippi) decidió embotellar el icónico refresco para que se pudiese consumir en casa o llevar de viaje.
Tras salvar las reticencias del entonces propietario de la empresa, Asa Griggs Candler, el embotellado de Coca-Cola permitió extender la bebida por todo Estados Unidos y fuera de sus fronteras y, en 1916, sacó la característica botella Contour, cuya forma está inspirada en la semilla de cacao.
Ahora, más de 100 años después, una botella de vidrio de Coca-Cola se puede utilizar hasta 25 veces, lo que equivale a casi seis años de duración. Y eso tiene un valor especial para la marca de refrescos en el sector de la hostelería. Su uso, de hecho, se está incrementando en los bares, restaurantes y cafeterías españolas. En ellos, ocho de cada diez consumidores prefiere el envase de vidrio frente a otros formatos. Así lo recoge el estudio ‘Preferencias del consumidor en Horeca’ elaborado por Conecta para Coca-Cola Europacific Partners (CCEP).
Desde que la compañía puso en marcha la campaña ‘Destapa el Cambio‘, Coca-Cola ha logrado que más de 17.600 clientes de hostelería que optaban por otros formatos hayan apostado por el uso del vidrio en sus establecimientos. En total, un 87% de sus 202.677 clientes del sector hostelero lo utiliza.
Donde menos se utiliza es en aquellos negocios hosteleros de comida para llevar, debido a que la lata ofrece más seguridad en el transporte frente a roturas y evita que las botellas de cristal no vuelvan al ciclo de reutilización por parte de la embotelladora.
¿Tiene mejor sabor?
A nivel general, las consumiciones de refrescos en vidrio han crecido un 3,9% en el canal Horeca, según datos de la consultora Kantar. En este sentido, un 55% de los consumidores consideran que el vidrio es el envase que mantiene mejor las propiedades del refresco (sabor, gas, etc…) y el 60% cree que el producto tiene un mejor sabor.
Los datos del estudio reflejan también que un 80% de los consumidores creen que es un envase atractivo desde el punto de vista estético, mientras que el 72% cree que la imagen de un establecimiento mejora si le ofrecen su refresco en una botella de vidrio.
Fuentes de la empresa señalan que las botellas de cristal suponen para los hosteleros «una mayor oportunidad de dinamización y crecimiento, una mejor experiencia de consumo y, al mismo tiempo, un compromiso con la sostenibilidad». Además, remarcan que apenas ninguno de los que adopta el cambio da marcha atrás.
Los consumidores buscan a nivel general productos y envases más sostenibles. «La hostelería no puede ser ajena a esta tendencia, y por eso cada vez más establecimientos apuestan por prácticas responsables, que les permitan crecer y al mismo tiempo fidelizar a una clientela más exigente», señala Miguel Mula, director Comercial de Área de Centro de Coca-Cola Europacific Partners Iberia.