1. Internet facilita la compraventa ilegal de mascotas
  2. Cachorros criados en condiciones lamentables
  3. Multas que alcanzan los 200.000 euros con la nueva ley
  4. Prohibido vender cualquier animal de compañía por Internet
  5. Intensificación de controles 
Gatos en la protectora de animales de Melilla

En septiembre del año pasado entró en vigor la ley de bienestar animal, que prohíbe la venta de perros, gatos y hurones tanto en tiendas como por Internet. “Solo es posible la compra a través de criadores autorizados”, recuerdan desde el Seprona (Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza). 

Sin embargo, esta unidad de la Guardia Civil, que se encarga de prevenir el maltrato animal (entre otras cosas), ha detectado un aumento de comercio ilegal de mascotas desde 2020. Con la pandemia y el aislamiento que la emergencia sanitaria conllevó, se disparó la demanda de animales de compañía, sobre todo de perros y gatos, pero también de loros, hámsters, peces…

Internet facilita la compraventa ilegal de mascotas

Las plataformas digitales han facilitado el comercio ilegal de mascotas, al permitir que se realicen transacciones sin regulación y bajo anonimato, cuentan fuentes del Seprona a Confidencial Digital. “Basta un clic en Internet para que personas solitarias reciban un perrito”. 

A pesar de los esfuerzos por controlar este tipo de delito, los infractores siguen utilizando redes sociales y sitios web de compraventa para realizar ofertas fraudulentas o ilícitas.

Cachorros criados en condiciones lamentables

Los agentes alertan de un auge de tiendas electrónicas que publican anuncios de cachorros “criados en casa”, algunos incluso ofrecen entrega en todo el mundo. “Pero estos animales a menudo se crían en granjas fuera de la Unión Europea, sobre todo en países de Europa del Este, en condiciones extremadamente malas, sin ninguna consideración por su bienestar y salud”. 

Los cachorros suelen llegar al país de destino enfermos, aterrados, en algunos casos se muestran agresivos y presentan dificultades para relacionarse. “El comercio ilegal de animales de compañía suele conllevar maltrato animal”, afirman desde el Seprona. 

Además de ser separados de sus madres demasiado pronto, sometidos a largos viajes transfronterizos, en malas condiciones, sin comida, agua ni higiene, y sin ser declarados a las autoridades competentes, estos cachorros pueden plantear riesgos para la salud pública. Los animales de compañía criados ilegalmente no suelen estar vacunados. Esto implica que pueden transmitir enfermedades o parásitos a las personas y al ganado.

Multas que alcanzan los 200.000 euros con la nueva ley

Detrás de este negocio, se encuentran tanto individuos que operan de manera informal como redes organizadas. Son personas, según explican los investigadores, que suelen estar motivadas por el beneficio económico, sin preocuparse por las condiciones de los animales ni por la legalidad del comercio. 

Aquellos que vulneren la ley de bienestar animal –que busca garantizar que las mascotas sean criadas en buenas condiciones y que cuenten con todas las garantías sanitarias–  se enfrentan a sanciones de entre 50.001 y 200.000 euros.

Los agentes del Seprona recuerdan que los principales indicadores que permiten identificar un caso de comercio ilegal de mascotas son: la falta de documentación sanitaria, la ausencia de microchip y precios anormalmente bajos.

Prohibido vender cualquier animal de compañía por Internet

El grueso de la normativa entró en vigor el 29 de septiembre de 2023, pero se dio un año de margen de adaptación a los comercios que vendían perros, gatos y hurones. 

El resto de animales de compañía (como conejos y cobayas hasta reptiles, también roedores, peces y tortugas) se pueden seguir vendiendo en tiendas, pero no por internet. 

La ley prohíbe de forma específica “la venta directa de cualquier tipo de animal de compañía a través de internet, portales web o cualquier medio o aplicación telemáticos”. La compra de mascotas solo se podrá realizar a través de criadores que estén registrados como tales. 

Intensificación de controles 

Las áreas más afectadas tienden a ser las grandes ciudades y zonas con alta demanda de mascotas, como Madrid, Barcelona y la costa mediterránea. También hay focos en zonas cercanas a las fronteras, por el tráfico de especies exóticas. 

La Guardia Civil ha intensificado los operativos de control en ferias, donde suele haber establecimientos de venta de animales y puntos de cría. También realiza inspecciones a través de plataformas digitales donde se sospecha la venta ilegal de mascotas. 

Además, llevan a cabo acciones coordinadas con aduanas para interceptar tráfico de animales en fronteras y colaboran con otros cuerpos de seguridad y autoridades internacionales para desmantelar redes.

Coche del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Coche del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

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