Desmintiendo a quienes aseguran que las baterías eléctricas no son un sistema suficientemente potente para impulsar grandes barcos, la empresa sudamericana Buquebús ha demostrado que sí es posible. Ya está a punto de salir del astillero de Australia donde se ha fabricado a lo largo de los últimos meses el mayor barco existente en la Tierra impulsado por baterías y, por tanto, con cero emisiones.
El barco unirá Argentina y Uruguay a partir del próximo año y constituirá la demostración palpable de que la propulsión limpia ha llegado ya a los grandes buques, no solo a pequeñas embarcaciones. Su botadura constituirá, por tanto, un hito histórico hacia la descarbonización del sector marítimo. Tasmania Incat es la empresa que está dándole ya los últimos retoques.
El buque, que se llamará ‘China Zorrilla’, tendrá capacidad para transportar a 2.100 personas, entre tripulación y pasajeros, y 225 coches, además de alojar un área comercial de más de 2.000 metros cuadrados de superficie.
Ocho motores eléctricos le permitirán alcanzar una velocidad máxima de 25 nudos, unos 46 kilómetros por hora
El sistema motriz del barco es obra de la empresa Wärtsilä, que ha diseñado y construido el conjunto de baterías y los hidrojets. En concreto, ferry tendrá ocho motores eléctricos de imán que alimentarán a otros tantos jets (chorros) de agua. Estos hidrojets permitirán impulsar el barco hasta una velocidad máxima de 25 nudos, es decir, unos 46 kilómetros por hora.
La batería está constituida por un pack de 40 Mwh. No solo eso, el barco está quipado con un sofisticado sistema de carga rápida, que le permitirá recargar la batería en cada parada que realice, gracias al sistema de corriente continua que ha diseñado la citada empresa.
El ahorro que supondrán las baterías a medio plazo, al prescindir totalmente de combustible convencional, harán totalmente rentable el barco, según Buquebús, que inaugura de este modo una nueva era en el transporte de viajeros.
170 millones de dólares
En la actualidad, el sector marítimo tiene ante sí un desafío de enormes proporciones. Aunque la Organización Marítima Internacional se ha comprometido a descarbonizar el sector alrededor de 2050, lo cierto es que el volumen actual de tráfico marítimo y lo atrasados que están los planes para lograr ese objetivo hacen desconfiar a la mayoría de expertos sobre la viabilidad de lograr ese fin. Sin embargo, es posible y Buquebús está a punto de demostrarlo.
La construcción del ‘China Zorrilla’ es resultado de un acuerdo de financiación firmado este mismo verano, cuando el barco ya estaba muy avanzado, entre la empresa Buquebús, el banco Santander de Uruguay y la Corporación Financiera Internacional, que depende del Grupo Banco Mundial, por un importe total de 170 millones de dólares.
El ferry toma su nombre de la popular actriz uruguaya que realizó la mayor parte de su carrera en Argentina y que era una pasajera frecuente de la compañía.
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