Las universidades del Reino Unido siguen con atención el acercamiento entre el Gobierno británico y la Unión Europea tras la victoria del Partido Laborista en las elecciones del pasado julio. Los principales representantes del sector universitario se han mostrado esperanzados ante la posibilidad de recuperar acuerdos de movilidad juvenil, entre ellos el programa Erasmus+, que permitirían recuperar el flujo de estudiantes europeos anterior al Brexit. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha insistido en que su prioridad es lograr pactos con Bruselas en materia económica, migratoria y de seguridad, pero no ha descartado acercar posturas en el ámbito de la movilidad para los menores de 30 años.
El Reino Unido rechazó formar parte del programa Erasmus+ como país asociado para el periodo 2021-2027. Una decisión que la Comisión Europea aseguró “lamentar” y que el Gobierno británico, entonces en manos del Partido Conservador, tomó para evitar levantar ampollas entre los miembros de la formación más partidarios del Brexit. La llegada de Starmer a Downing Street, sin embargo, ha abierto una ventana de esperanza para los defensores del programa de intercambio europeo, a pesar de que el nuevo Ejecutivo apenas se ha pronunciado al respecto por ahora.
Sobre la mesa está la posibilidad de conceder visados temporales a los europeos menores de 30 años para estudiar o trabajar en el Reino Unido
El primer ministro británico ha optado por la prudencia en sus primeros meses de mandato y ha insistido en que no tiene ninguna intención de revertir los acuerdos de movilidad con la UE en términos generales. Pero su voluntad de acercar posturas con Bruselas en otros ámbitos le podría obligar a hacer concesiones en movilidad juvenil, uno de los asuntos en los que más interés ha mostrado la Comisión Europea. Sobre la mesa está la posibilidad de conceder visados temporales a los europeos menores de 30 años para estudiar o trabajar en el Reino Unido –y viceversa–, una opción que ven con buenos ojos algunos rostros destacados del Partido Laborista, entre ellos el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Impacto del Brexit
Las universidades británicas han mostrado su decepción ante el daño que les ha causado el Brexit, especialmente en su capacidad de atraer talento extranjero. “Los requisitos de visado se han convertido en un obstáculo para los estudiantes que viajan a la UE o al Reino Unido para estudiar en una experiencia de movilidad. Esto se debe no solo a los costes económicos, sino también a la falta de familiaridad de muchos estudiantes de la UE y edl Reino Unido con los procesos de solicitud de visados”, explica por correo electrónico una portavoz de Universities UK, el organismo que representa a 141 universidades de todo el país.
“Los requisitos de visado se han convertido en un obstáculo para los estudiantes que viajan a la UE o al Reino Unido»
El Reino Unido ha implementado el programa Turing como alternativa al Erasmus+, en un intento de mantener la movilidad internacional de sus estudiantes universitarios. Pero algunos expertos han alertado sobre sus deficiencias. “El programa Turing ha avanzado mucho en la ampliación del acceso de los estudiantes desfavorecidos, pero no ha conseguido reproducir componentes importantes que son clave en el éxito de Erasmus+, como el apoyo a la movilidad entrante o la financiación para la formación del personal”, aseguró en un reciente informe David Willets, exministro conservador de Universidades y Ciencia y actual miembro de la Cámara de los Lores.
Acuerdo económico
En el caso de que el Gobierno británico finalmente se abra a recuperar el programa Erasmus+, existe la posibilidad de que trate de incorporar nuevas condiciones. El número de estudiantes europeos que llegaron al país a través de este programa en los últimos años casi duplicó el número de británicos que se desplazó a universidades europeas, algo que dificultó la permanencia del Reino Unido como país asociado porque obligaba a las universidades a hacer un desembolso económico mayor.
Esta situación podría llevar al Gobierno británico a reclamar un mecanismo que equilibre la desproporción entre el número de alumnos que entran y los que salen y lo compense en términos económicos. “Hemos instado al Gobierno a considerar la posibilidad de reintegrarse en el programa Erasmus en el próximo ciclo, siempre que se negocie una contribución financiera aceptable y se encuentre una vía adecuada para todas las partes”, aseguran desde Universities UK.
Pero por ahora existen más dudas que certezas sobre el futuro del programa en el Reino Unido. A pesar de que el asunto de la movilidad juvenil con la UE ha planeado sobre Starmer desde que accedió al cargo, los últimos encuentros con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, parecen haber dado por ahora prioridad a otros asuntos, especialmente a las guerras en Ucrania y en Oriente Próximo. El compromiso de celebrar cumbres regulares y la revisión de los acuerdos del Brexit en 2025, sin embargo, podrían engrasar unas negociaciones que por ahora no han hecho más que empezar.
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