La Comunitat Valeniana está repleta de pueblos de lo más encantadores y con una oferta la mar de variada. Los valencianos no solo podemos presumir de unas playas de ensueño, sino que existe un sinfín de localidades más de interior con unas características especiales, cada una con su encanto particular.
Es el caso, por ejemplo, de Anna. Con algo menos de 3.000 habitantes, en la comarca del Canal de Navarrés se encuentra un pequeño pueblo con una oferta tanto cultural como natural envidiable. Una de las joyas imperdibles de la Comunitat, a menos de una hora de la ciudad de València. El patrimonio histórico de Anna la convierten en uno de los enclaves más importantes de la mescolanza entre las culturas cristianas y musulmanas en la región de Valencia.
Precisamente, uno de sus principales atractivos es un palacio similar al monumento más visitado de España, la Alhambra de Granada, una reliquia musulmana que los árabes dejaron en la Península durante su estancia durante siglos. En el caso de Anna, se trata del Palacio de los Condes de Cervellón.
«La Pequeña Alhambra Valenciana»
Sin duda uno de los principales tesoros que ofrece Anna, que cada año que pasa se convierte en un pueblo más reconocido a nivel turístico. El Palacio de los Condes de Cervellón, conocido popularmente como la «Pequeña Alhambra Valenciana» es un edificio histórico que, en su origen, fue una fortaleza que construyeron los musulmanes que habitaron las zonas del interior de Valencia y que posteriormente fue transformado en un palacio señorial tras la Reconquista.
El palacio destaca por su exquisita arquitectura de estilo mudéjar y sus bellos jardines que recuerdan a la Alhambra de Granada. Multitud de fuentes con motivos vegetales, clásicos arcos de estilo musulmán, y amplios patios en su interior. Adentrándose en sus pasillos, los visitantes pueden admirar salas decoradas con azulejos y yeserías propias de la cultura y arte mudéjar que evocan la Alhambra de Granada. Hoy en día, el palacio alberga el Museo Etnológico y de Cerámica, que ofrece una fascinante mirada a la historia y cultura locales a través de diversas exposiciones. Sin duda una parada imprescindible.
Iglesia y Castillo
Además de la «Pequeña Alhambra», encontramos otros dos monumentos históricos. Como no, la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en contraposición de la cultura musulmana y que ejemplifica a la perfección la arquitectura religiosa del siglo XVIII en la región valenciana tras la reconquista. Esta iglesia presenta una nave central y capillas laterales, y en su interior se pueden encontrar varias obras de arte sacro y un impresionante altar mayor.
El Castillo de Anna, aunque reducido a algunos restos, es un importante vestigio del pasado medieval del pueblo. Construido durante la época musulmana y posteriormente modificado tras la Reconquista, el castillo ofrece una visión del pasado defensivo de la región desde donde estaba construida la edificación. Las ruinas que permanecen evocan tiempos de conflicto y defensa estratégica.
Albufera de Anna
No solo podemos encontrar una amplia oferta cultural, sino que también su excepcional naturaleza nos ofrece un tesoro en forma de Albufera, que no solo es un atractivo cultural, también posee una significativa importancia histórica. Este lago natural ha sido una fuente vital de agua y recursos para la población local durante siglos. Su entorno ha sido testigo del desarrollo y la vida cotidiana de la comunidad, y hoy en día sigue siendo un lugar central en la vida de Anna, ideal para paseos y actividades al aire libre.
Fuente Negra
Entre las varias fuentes históricas de Anna, la Fuente Negra destaca por su construcción y antigüedad. Conocida por su agua clara y fría, esta fuente ha sido un punto de abastecimiento y encuentro para los habitantes a lo largo de la historia, subrayando la importancia del agua en la vida del pueblo.