Si Israel cede a las demandas del presidente de EE. UU., Joe Biden, todos los israelíes morirían, ya que todas las comunidades fronterizas israelíes serían arrasadas por hordas salvajes árabes, y cada ciudad israelí sería destruida por armas nucleares iraníes. Con demasiada frecuencia hemos escuchado la declaración del exsecretario de Defensa de EE. UU., Robert Gates, de que Joe Biden “ha estado equivocado en casi todas las grandes cuestiones de política exterior y seguridad nacional durante las últimas cuatro décadas”. Desafortunadamente, en Israel hemos experimentado de primera mano que Gates tenía razón sobre Biden. Las llamadas lunáticas de Joe Biden para cesar el fuego y la supervivencia de Hamás y Hezbolá, incluso mientras Israel lucha una guerra existencial, se basan claramente en dos cosas. Primero, recibe consejos de asesores que son creyentes fervientes de la religión “woke”, cuyo credo dice que la guerra nunca puede ser una respuesta legítima a ninguna provocación. Segundo, durante este año electoral, los demócratas parecen temer que cada acción israelí revele la verdad de que la administración Biden ha perdido el control de, bueno, de todo. Y en particular de los asuntos internacionales. Si Israel escucha las demandas desequilibradas de Biden de cese el fuego y desescaladas, garantizará que Hamás pueda reconstruirse en Gaza, incluso mientras promete en voz alta futuros ataques como el del 7 de octubre contra Israel. Escuchar a Biden también garantiza que Hezbolá seguirá siendo un ejército terrorista permanente que ha… Leer más

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