El cáncer de mama es uno de los tumores más prevalentes pero, afortunadamente, con mayor tasa de supervivencia (el 85% a los cinco años). Sin embargo, conocer que se padece cáncer de mama –y cualquier otro– “lo cambia todo”, relatan las pacientes. Pese a los avances en las terapias, el “miedo” se te instala en el cuerpo por cómo serán la operación o los tratamientos, cómo te organizarás, cómo será tu vida después y, sobre todo, si hay peligro de muerte.
Por ello, en torno al 60% de las pacientes –sin olvidar que un 1% son hombres– necesitan ayuda psicológica, pero el sistema sanitario no da abasto. Se han ido incorporando psicólogos en casi todas las unidades de oncología, pero no hay efectivos suficientes. Es una de las tareas pendientes de un sistema puntero en investigación, dado que los ensayos españoles están contribuyendo a incrementar, poco a poco, las tasas de supervivencia global y la calidad de vida de los pacientes.
La Sociedad Española de Oncología calcula que en 2024 se diagnosticarán 36.365 cánceres de mama; los fallecimientos anuales rondan los 6.700
No obstante, entre el 20% y el 30% de las enfermas sufren metástasis (un 5% en el momento del diagnóstico), que es cuando las células cancerígenas se extienden a otras partes del cuerpo, un proceso que, a día de hoy, no tiene cura. La Sociedad Española de Oncología calcula que en 2024 se diagnosticarán 36.365 cánceres de mama y, tristemente, los fallecimientos anuales rondan los 6.700.
La diferencia entre tener cáncer en un estado inicial y metastásico es fundamental en el estado anímico. Gema Rodríguez, que supo hace siete años que su tumor se había extendido a más partes del cuerpo, explicó esta semana, en unas jornadas en el Congreso, que “cuando tienes un cáncer primario, el impacto es fuerte, entra en tu vida y te da mucho miedo, porque es todo desconocido”.
Con metástasis, sabes que no te vas a curar y se te viene el mundo encima, es muy difícil convivir con el miedo y la incertidumbre
“Pero pasas una época muy dura y vuelves a tu vida. Sin embargo, con metástasis, sabes que no te vas a curar y se te viene el mundo encima, es muy difícil convivir con el miedo y la incertidumbre. Cuando le dices a alguien que tienes metástasis, piensan que ya no mereces la pena, que no hay solución. Y los tratamientos son muy duros, nos restan calidad de vida”, explicó, en nombre propio y como vicepresidenta de la Asociación de Cáncer de Mama Metastásico.
Todas las esferas
Pero los problemas psicológicos también pueden ser graves al inicio. “La situación emocional no depende tanto del estado inicial o avanzado, sino de cómo lo afronte la persona en función de sus circunstancias. Hay personas que en fases metastásicas tienen buen afrontamiento y otras que en fase inicial se derrumban y el problema, en ambas fases, puede provocar depresión, crisis de ansiedad, estrés, vómitos anticipados y una tristeza profunda”, indica Teresa López-Fando, responsable de atención al paciente y psicooncóloga de la Associació contra el Cáncer de Barcelona.
El cáncer “toca muchas esferas” de la vida: evidentemente la salud, pero también el ámbito laboral, la autoestima, los roles como cuidadora, la imagen corporal, la autoestima y la vida sexual y en pareja
La especialista explica que el problema del cáncer es que “toca muchas esferas” de la vida, evidentemente la salud, pero también el ámbito laboral, la autoestima, los roles como madre o cuidadora, la imagen corporal, la autoestima, la vida sexual y en pareja…
Un estudio presentado esta semana por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con motivo del Día Mundial contra esta enfermedad –que se celebra el 19 de octubre– indica que un 24% de las supervivientes –personas libres de enfermedad– se han visto obligadas a dejar su trabajo definitivamente, 2 de cada 3 han experimentado algún impedimento laboral y el mismo porcentaje considera que el cáncer ha limitado sus oportunidades. Por todo ello, cerca de un tercio ha sufrido problemas económicos.
En cuanto a la afectación física, el 50% tiene algún deterioro cognitivo, fatiga o sufre dolor habitualmente, lo que les impide hacer vida normal. Y más de la mitad confiesa que con frecuencia ha sentido preocupación por su imagen corporal, dado que no todas las cirugías logran la reconstrucción del pecho y la quimioterapia provoca la pérdida del cabello, y un 52% confiesa tener problemas en las relaciones sexuales.
Vida sexual y en pareja
“La hormonoterapia provoca una especie de menopausia precoz, a veces también sufren falta de flujo vaginal y como para muchas mujeres el sexo no tiene un rol predominante, priorizan, cuando están bien y tienen energías, otras cosas, como pasar un rato con la pareja o la familia en el cine u otra actividad. En definitiva, dan más importancia a la parte afectiva que a la sexual y eso las parejas lo tienen que entender por que, si no, se resienten”, indica López-Fando.
Por todo ello, el mismo estudio precisa que un 64% de las mujeres diagnosticadas en 2023 necesitaron atención psicológica (y un 42% atención social y un 19% atención sanitaria, debido a los efectos secundarios de los tratamientos). El problema es que el sistema público dispone de una red de apoyo psicológico “insuficiente”, con “equipos poco dimensionados”, según la psicooncóloga.
La Asociación Española Contra el Cáncer denuncia que el personal de atención psicológica en muchas comunidades “no da abasto” para atender las necesidades
De hecho, la AECC realizó un estudio, en 2019, que indicaba que pese a que la atención psicológica a pacientes y familiares, en un modelo integral y basada en equipos multidisciplinares, está recogida en la Estrategia Nacional contra el Cáncer, “hay una gran distancia entre la documentación oficial y la realidad sobre el terreno” porque el “personal” en muchas comunidades “no da abasto” para atender las necesidades. La investigación constató que los escasos recursos se centran en la atención a los pacientes, mientras que en el apoyo a las familias hay una “ausencia de cobertura en un 75% de las comunidades”.
La escasez de recursos
Posteriormente, el Ministerio de Sanidad ha publicado una recopilación de datos donde se refleja que la situación ha mejorado pero todavía alguna autonomía admite que no dispone de psicólogos en el área de oncología o que solo tiene en algunos hospitales. Teniendo en cuenta que algunas disponen de personal propio y otras ofrecen este servicio a través de la AECC, en cuyos servicios existe una demora media, para la primera consulta, de entre tres y cuatro semanas, aunque con un “buen proceso de triaje” que prioriza los casos más graves, según López-Fando.
A todo esto se añade que los sanitarios no reciben formación ni durante la carrera ni con posterioridad para saber “cómo comunicar malas noticias a los pacientes” o acompañarles emocionalmente en el proceso, según explicó la oncóloga Eva Ciruelos, miembro de la Junta Directiva del Grupo SOLTI de Investigación en Cáncer de Mama, en las jornadas celebradas en el Congreso. Y muchas veces, el oncólogo es el único profesional sanitario al que pueden acudir las pacientes que no van a las asociaciones o no pueden pagar de su bolsillo un psicólogo privado.
A esto se añade que los sanitarios también ven comprometida su salud mental por el devenir de sus pacientes, especialmente cuando fallecen, pero tampoco disponen de una ayuda psicológica suficiente y adecuada.