La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación sobre el software de Conducción Autónoma Total (FSD, por sus siglas en inglés) de 2,4 millones de vehículos de Tesla, una importante parte de la flota del fabricante estadounidense de coches eléctricos.
Según una información de ‘Reuters’, esta investigación se produce después de un incidente en el que se vio involucrado un vehículo equipado con la función FSD de Tesla y que provocó la muerte de un peatón, así como de varios accidentes más. Los detalles específicos del accidente, como la ubicación o el modelo de coche involucrado, no han sido revelados por el regulador de la seguridad vial.
Dado que la investigación se encuentra en sus fases iniciales, la NHTSA tampoco ha detallado cuáles serán las acciones que podría tomar contra Tesla. La compañía no se ha pronunciado de forma pública.
La NHTSA evaluará la capacidad de FSD para detectar y responder adecuadamente a las condiciones de visibilidad reducida, entre otros problemas. Varios de estos incidentes se habrían producido en zonas de baja visibilidad, como por la luz del sol o la niebla, por el resplandor del sol, la niebla y el polvo en suspensión.
Según algunos expertos del sector, el enfoque de «solo cámara» de Tesla para los sistemas de conducción parcial y totalmente autónoma podría causar problemas en condiciones de baja visibilidad, ya que los vehículos no disponen de un conjunto de sensores de retroceso.
«Las condiciones meteorológicas pueden afectar a la capacidad de la cámara para ver las cosas, y creo que el entorno normativo influirá en este aspecto. Ese podría ser uno de los principales obstáculos en lo que yo llamaría un lanzamiento a corto plazo de esta tecnología y estos productos», explica Jeff Schuster, vicepresidente de GlobalData. Rivales de Tesla que utilizan sistemas similares se basan en costosos sensores como el LiDAR para detectar de mejor forma el entorno de conducción.
La investigación podría suponer un problema para la compañía de Elon Musk en un momento que está intentando para cambiar el enfoque de Tesla a la tecnología de conducción autónoma y robotaxis en un contexto de creciente competencia y débil demanda.
Asimismo, este viernes se ha conocido también que China ha retrasado el lanzamiento de la tecnología FSD en el país por problemas relacionados con el reconocimiento de la cartografía y la seguridad de los datos que maneja la compañía. Tesla planea desplegar este sistema en Europa y China durante el primer trimestre de 2025, aunque necesita ciertas aprobaciones regulatorias.
No es la primera vez que Tesla tiene problemas con este sistema. A finales de 2023, la compañía retiró 2 millones de coches en Estados Unidos para instalar más salvaguardas al sistema de asistencia avanzada a la conducción Autopilot. Desde 2016, la NHTSA había abierto más de tres docenas de investigaciones especiales de accidentes de Tesla en casos en los que se sospechaba que se utilizaban sistemas de conducción como Autopilot.
«La tecnología automatizada es muy prometedora para mejorar la seguridad, pero sólo cuando se despliega de manera responsable. La acción es un ejemplo de cómo mejorar los sistemas automatizados priorizando la seguridad», apuntó entonces el regulador.