El grupo industrial vasco Sidenor, con sede en Basauri (Vizcaya), es un gigante con una facturación en el entorno de los 1.000 millones y 1.840 empleados que centra su actividad en la fabricación de aceros especializados, es decir aquellos utilizados en funciones concretas fundamentalmente en el sector del automóvil. Por ejemplo, los pistones de los motores. Las factorías de la empresa se concentran en Euskadi, concretamente en las localidades de Azkoitia (Guipúzcoa), Legutiano (Araba) y Vitoria, pero también cuenta con fábricas en Polinyá (Barcelona) y Reinosa (Cantabria). En Sagunto y Madrid cuenta con unidades de recogida y procesamiento de chatarra.
El grupo está inmerso en un fuerte proceso de diversificación estratégica. Como reconoce su presidente, José Antonio Jainaga, en una carta imcluida en la Memoria de Sostenibilidad de la compañía, «Sidenor depende básicamente de sus ventas al mercado europeo del automóvil. Aquí también la incertidumbre es extrema; por un lado, la demanda de vehículos se ve afectada por una evolución económica general incierta, y por otro lado, los desafíos a los que se ve enfrentada esta industria (transición energética, desarrollo del coche eléctrico…) hacen muy difícil predecir la evolución, incluso a corto plazo, de la demanda de automóviles». Efectivamente, la facturación de la compañía al cierre de 2023 quedó en 938 millones, con un retroceso del 12%, mientras que el beneficio retrocedió un 62%, hasta 23 millones.
Jainaga explicaba en el documento citado que «la actividad económica ha comenzado a mostrar signos de debilitamiento» y añadía que «en nuestro sector esos signos han empezado a ser especialmente visibles en la segunda parte del año». Para el grupo, 2023 no ha sido un año fácil, «pues se ha caracterizado por «la caída de la cartera de pedidos, y por la recuperación insuficiente de algunos de sus sectores finales: eólico, oil&gas, vehículos pesados y máquina-herramienta». Algunas fuentes también señalan que la caída del precio del acero, en torno al 2%, ha lastrado los resultados. Pero Jainaga asegura que «la diversificación geográfica y de productos de nuestras ventas, con un carácter, como en la mayoría de las empresas vascas, claramente exportador, será un factor que jugará decisivamente a nuestro favor».
