El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado este jueves en Pamplona que respeta las resoluciones judiciales, pero no comparte la «imputación» por el Supremo del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, una decisión que según ha resaltado le causa «tristeza» como jurista y como ciudadano.

A juicio del titular de Interior, que ha participado en la Universidad de Navarra en III Jornadas ‘Contar el Terror’, García Ortiz «hizo lo que debió hacer, por eso también me genera tristeza y evidentemente el fiscal general del Estado lo único que hizo es combatir el delito y sobre todo combatir la desinformación, que provenía de quien había reconocido la comisión del delito», ha declarado.

Por ello, ha considerado que el fiscal general «ha estado siempre legitimado para el ejercicio de su profesión y creo que ahora si cabe está más legitimado» para continuar en el cargo.

Ha incidido en que «esa imputación no debería haber tenido lugar» y ha dado su respaldo al fiscal general, porque «está cumpliendo con la máxima dignidad la labor que tiene encomendada».

El fiscal general ha sido imputado por la difusión de información sobre el procedimiento por presunto fraude fiscal de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

«Cumplir»

Asimismo, Marlaska ha señalado a los periodistas que lo que hizo el fiscal general, «y de una forma clara», es «cumplir con su deber, que es ejercitar la información y dar a conocer a la opinión pública algo tan relevante como desmentir un bulo«.

Ese bulo, ha indicado, consistía en que «una persona que había reconocido delitos fiscales y pretendía un acuerdo con la Fiscalía, negaba esta última circunstancia», algo que el fiscal, «con la necesidad de dar información veraz«, tenía a su juicio que desmentir.

El ministro ha aseverado que «es triste» y contradictorio que se impute al fiscal general por facilitar esa información cuando todas las instancias judiciales, «desde el Tribunal Supremo hasta los tribunales superiores de justicia, ya hace veinte años constituyeron lo que se llaman gabinetes de comunicación».

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