La bala perdida que mató a una niña de siete años en 2013, el cruce de disparos que llevó al hospital a un hombre de 2022, la muerte violenta de dos miembros de una familia el pasado 3 de junio. O la operación Puchi, que desmanteló varios cultivos de marihuana en interior el año pasado en las Tres Mil Viviendas. Ninguno de estos sucesos ha provocado un dispositivo en este barrio como el de este miércoles, en el que han participado 300 agentes de la Policía Nacional. Un ataque directo a los clanes de la droga que llevan años adueñándose de parte del barrio.

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