Ni el ego de reunir a los mejores, que caracteriza a los inversores multimillonarios en el mundo del fútbol, ni siquiera sus conocidos planes de revalorización y venta de jugadores, han sido a lo largo de diez años motivaciones suficientes en Peter Lim para haber insistido en la búsqueda de un goleador a la altura de la historia del Valencia CF. Ha pasado una década en la que el singapurense empezó fuerte con el intento fallido de Álvaro Negredo, continuó a medio camino cumpliendo con el deseo de Mateu Alemany y Marcelino con el fichaje de Maxi Gómez y ha terminado con años de desinterés, agravado tras la pandemia, en los que únicamente la temporada pasada Hugo Duro hizo buena una apuesta contenida como fue la suya después de un año cedido por el Getafe.
Los 13 goles del madrileño durante el curso 2023/24 relanzaron al Valencia de Baraja para coquetear con los puestos europeos y no sufrir en un tramo final en el que la sequía lo condenó iniciando una crisis que aún perdura. El actual es el peor inicio goleador de la historia del club. No obstante, el problema había nacido meses atrás. El 26 de mayo los blanquinegros terminaron la Liga con apenas 40 goles a favor, un registro que no era tan pobre desde hacía 35 años, cuando, a las órdenes de Víctor Espárrago, el Valencia exprimió al máximo una extraordinaria solidez defensiva para ser tercero por detrás de Real Madrid y Barcelona, pese a anotar tan solo 39 dianas, 13 más que las 26 encajadas en aquella campaña 1988/89 por el Trofeo Zamora, José Manuel Otxotorena (25), hoy preparador de porteros, y José Manuel Sempere (1).
Como la mayoría de males deportivos del Valencia contemporáneo, la tendencia a la baja en la producción ofensiva se origina en el despido de Marcelino. En las temporadas de Champions 2018 y 2019, el equipo alcanzó una media de goles por curso de 56 tantos. A partir de entonces, los de Mestalla concluyeron las ligas sucesivas con 46, 50, 48 y 42 goles a favor sin conquistar la zona europea en ninguna de ellas. La dirección deportiva, limitada por las restricciones económicas que impone Meriton, fue incapaz de surtir a la plantilla de la dinamita suficiente para que cualquiera de los jugadores que han ido vistiendo el ‘9’ haya podido rebasar la barrera de las 15 dianas a lo largo de los 38 partidos de la competición madre. El único artillero que ha logrado pasar de la decena en una campaña ha sido Hugo Duro. Aun así, la ausencia de acompañantes en el ataque tampoco ayuda a los números del delantero criado en el Coliseum. De hecho, el anterior hombre que llegó a los diez goles en una temporada, el uruguayo Maxi Gómez (0,23), registra un índice de gol por partido en la Liga ligeramente mayor que el 0,22 de Duro.
La película del ‘9’ en el periplo de Peter Lim está repleta de secuencias erróneas, incluida la de Maxi, que nunca respondió a las expectativas de los 30 millones de euros en los que se valoró su desembarco procedente del Celta a cambio de 14 millones y Santi Mina. Errores como las cesiones de Yaremchuk, Batshuayi, Vietto o Munir, o los fichajes desastrosos de Cavani, Marcos André y Negredo. Ninguno pudo anotar una cifra honrosa de goles ni aguantar más de un año en el club del murciélago.
Sin ser un delantero centro al uso, en la década Lim solo uno de los fichajes que formaron parte de la carta de presentación del asiático, Rodrigo Moreno, superó el listón de los 15 tantos en la Liga. Fue en la temporada 2017/18. El año en que el Valencia regresaba a la elite tras dos años sin rumbo en la mediocridad de la tabla. Más allá de su defensa granítica, el equipo de Marcelino se convirtió en un vendaval ofensivo que golpeaba perfectamente en vertical a los rivales para firmar hasta 65 goles en 38 jornadas. Rodrigo, aparte de ejecutor con 16 tantos, hilvanó junto a Dani Parejo a las mil maravillas un ataque al que se sumaron llegadores letales como Carlos Soler, Kondogbia, Guedes o el mismo capitán Parejo, y dos rematadores que pulverizaron del mismo modo los diez goles: Zaza (13) y Mina (12).
Los centrocampistas con llegada volvieron a ser clave al año siguiente, en el que se repitió el cuarto puesto y, fuera de la Liga, se levantó la Copa. Y, sobre todo, bajo un patrón similar, los medios ofensivos catapultaron al Valencia de Nuno a los 70 goles en la campaña 2014/15. Eso sí, con la ayuda de la pizarra y las aportaciones a balón parado de centrales como Otamendi (6 goles) y Mustafi (4). Parejo y Paco Alcácer fueron los máximos goleadores del Valencia 14/15 con 11 dianas.
Precisamente, el torrentí Alcácer (0,32 goles por partido) y Zaza (0,36) destacan como los ‘9’ con mejor promedio anotador en la Liga en el periplo Lim entre 2014 y 2024. Salvo Jonas, autor de 10, 13 y 10 dianas entre 2011 y 2014, nadie ha sido capaz de acercarse a los registros de Roberto Soldado. Los intentos de Amadeo Salvo y Rufete en la campaña de transición 13/14, con Dorlan Pabón, Edu Vargas y Helder Postiga, tampoco funcionaron. Nadie ha podido rozar el límite de los 20 goles en una campaña de Liga, desde el valenciano Soldado, con sus 24 dianas en el curso 12/13, una menos que las 25 de Negredo en el Sevilla.
«Me voy porque no creo ni confío en el proyecto», dijo Soldado al ser vendido al Tottenham en agosto de 2013. Hoy, el Valencia sigue añorando a ese goleador que casi siempre abanderó sus mejores épocas. Desde Mundo, Waldo Machado, pasando por el mito de Kempes, hasta llegar a tiempos más modernos con Lubo Penev, Claudio ‘Piojo’ López, Mista y el ‘Guaje’ David Villa.
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