Aunque la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, estaba casi descontada en el debate político, la decisión de la Sala Segunda del Tribunal Supremo llegó en un momento especialmente delicado, con la trama Koldo abierta en canal y coincidiendo con la petición de la Fiscalía Anticorrupción para imputar también a José Luis Ábalos. El enfrentamiento entre el Ministerio Público y el novio de Isabel Díaz Ayuso por la filtración de correos electrónicos, la supuesta revelación de secretos y la polémica nota de prensa en la que la Fiscalía informó de las negociaciones que habría tenido con Alberto González Amador en su investigación por fraude fiscal auguraba este desenlace.

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