El 4 de noviembre comienza el grueso de las obras de remodelación y repavimentación del paseo voladizo del dique de Levante en Torrevieja. El plazo de ejecución de la contrata CHM ya se ha iniciado con la realización de algunas catas, pero sobre el terreno el cierre del paseo a los usuarios para iniciar la demolición de infraestructuras comienza a principios del mes de noviembre.
Este jueves por la mañana se presentaba el inicio de la actuación por parte del alcalde Eduardo Dolón y la concejala de Proyectos y Servicios, Sandra Sánchez, acompañados por los responsables de la contrata CHM y la dirección de la inversión.
Sánchez ha dejado claro que durante la mayor parte de los 9 meses que se prolongará la actuación el paseo no podrá utilizarse. Tampoco en la zona inferior. La actuación consiste básicamente en una remodelación que no cambia sustancialmente la imagen actual del paseo construido en 1999, aunque sí incluye algunas mejoras: el paseo será de tarima tecnológica que sustituirá a los tablones de «los tropezones» a lo largo de casi 1.300 metros lineales hasta el faro de levante del puerto de Torrevieja.
Se suprimirá el actual botaolas de hormigón que separa el propio paseo del rompeolas y se levantará un banco corrido prefabricado.
Barandillas y alumbrado
Además se sustituirá todas las barandillas por otras de acero inoxidable. En las zonas de acceso con escaleras se mantendrán las características pérgolas en forma de ola. En estos puntos ese banco corrido prefabricado se sustituirá por la barandilla para configurarse en mirador al Mediterráneo.
La obra comenzará por ambos extremos del paseo. Desde su conexión con el paseo de Las Rocas en el Hombre del Mar y desde el faro. Primero con el derribo del actual murete de hormigón y después con la instalación de la tarima de madera tecnológica.
Retraso
La renovación, que llega tras cuatro años de trámites interminables y muchos problemas administrativos, permitirá también sustituir todos los puntos de alumbrado por farolas con báculos de carbono y led. El actual tendido presenta muy mal estado de conservación, como el resto de la infraestructura del paseo, expuesta a la salinidad junto al mar, a la humedad y los vientos de levante. El proyecto contempla el saneamiento de todo el muro de hormigón inferior -conocido como «el paredón»- y de la propia esctructura que sostiene el paseo voladizo: un detalle importante. El paseo perderá su característico color amarillo chillón para adecuarse a la nueva imagen de las barandillas de acero inoxidable y resto de la renovación en colores más neutros.
Ademas a lo largo de todo el paseo se ubicará una alumbrado espectacular regulable. Esta parte de la obra está subvencionada por fondos europeos Next Generation, gestionados por el Gobierno de España y está valorada en 900.000 euros.
LA APERTURA DE LA NUEVA ZONA DE OCIO DEL PASEO DEL MAR SERÁ A FINALES DE 2025, SEGÚN EL ALCALDE
La nueva zona de ocio que se levanta en el antiguo «relleno» portuario de la bahía de Torrevieja no estará lista para su apertura hasta finales de 2025, según ha señalado este jueves el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón. El primer edil sí ha anunciado que el concesionario tendrá dispuesto el nuevo vial que atraviesa la zona portuaria a finales de diciembre. La empresa tenía previsto abrir la nueva zona comercial con 8.000 metros cuadrados de hostelería, bolera y multicines a finales de este año cuando arrancaron las obras a finales de 2022. Sin embargo, esos plazos no se se van a cumplir. Sí es posible que pueda abrir al uso el aparcamiento subterráneo de 600 plazas que está terminado. La culminación de la zona de ocio Paseo del Mar no solo depende de la propia concesión, liderada por el empresario Enrique Riquelme, entre otros promotores. También de la adecuación municipal de la fachada marítima en la que el municipio suma un retraso importante: falta la pasarela de conexión con el paseo del dique de Levante, la adecuación del entorno del Muelle Mínguez y toda la reurbanización del paseo de la Libertad al uso peatonal, para la reubicación de la feria de atracciones y la redistribución -y más que posible supresión en algunos casos- de los puestos de artesanía de los hippies. Ninguna de esas tres intervenciones está adjudicada. Solo la adecuación del Muelle Mínguez ha salido a licitación.