No era una noche fácil. Pero entre Kevin Punter y Jabari Parker la convirtieron en una fiesta para el Palau. No era fácil porque el Mónaco, que estuvo en la pasada edición de la final four de la Euroliga, era algo más que un complicado obstáculo para los azulgranas. Pero todo quedó allanado por el majestuoso Punter, escoltado por la llegada decisiva de Parker y los puntos de Laprovittola, sintetizado todo en el tercer cuarto donde se desgarró el encuentro con diferencias de hasta 20 puntos para el equipo de Peñarroya.

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