1. La vivienda, un problema esencial para Sumar
  2. Formas propias de Podemos
  3. Guerra de versiones
  4. El bono social, último choque
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el diputado de Sumar en Congreso, Iñigo Errejón, conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 6 de febrero de 2024, en Madrid.

Hay un gran enfado en el Ministerio de Vivienda por la constante ‘oposición’ pública de Sumar a todas las medidas que se proponen desde el ala socialista del Gobierno. Mientras la cartera dirigida por Isabel Rodríguez anuncia un bono de ayuda al alquiler destinado a los jóvenes o que los vecinos deban autorizar que haya un piso turístico en su edificio, la formación liderada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, insiste en impulsar una legislación más drástica, como prohibir la compra de vivienda en zonas tensionadas si no se utilizará como primera residencia.

Incluso el socio minoritario del Ejecutivo ha acusado a Rodríguez de “dejación de funciones” y ha calificado de “ineficaces” algunas de las iniciativas planteadas por la ministra. Una situación que se ha tensado aún más en las últimas semanas después de que Sumar haya alentado manifestaciones como la de este domingo, en la que se pidió la dimisión de Isabel Rodríguez y se exigieron medidas mucho más contundentes.

La vivienda, un problema esencial para Sumar

En Sumar consideran clave y esencial atajar el problema de la vivienda, más allá de la ley aprobada la pasada legislatura. En el partido aseguran que cualquier iniciativa de Trabajo —como subir el salario mínimo— queda totalmente empañada por la inflación de los precios del alquiler. Un problema que afecta directamente al electorado de Sumar, según datos de la formación, y que costará caro a nivel electoral si no impulsan medidas que frenen la tendencia alcista del mercado.

Formas propias de Podemos

En el Ministerio de Vivienda aseguran que las formas de Sumar se están acercando, cada vez más, a las de Podemos. En la pasada legislatura, los morados hicieron oposición pública y reiterada a algunas de las iniciativas impulsadas por los socialistas. Una deriva que se acentuó tras las elecciones del 23-J, donde el partido liderado por Ione Belarra, entonces ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, quiso marcar perfil propio en pleno distanciamiento con el PSOE y con la propia Díaz. 

Una estrategia que llevó a Podemos a hablar de genocidio de Israel en Gaza mucho antes que cualquiera de los partidos progresistas y desatando un conflicto diplomático con el estado hebreo.

Manifestación contra los precios de los alquileres en Madrid.
Manifestación contra los precios de los alquileres en Madrid.

En el ala socialista del Ejecutivo recuerdan que Sumar siempre se había distanciado de aquella manera de hacer política, pero afirman que en estas últimas semanas está copiando las formas de los morados que tanto criticó Díaz. “Nosotros no vamos a entrar un convertir esto en una batalla política pública”, aseveran fuentes cercanas a Rodríguez. “Ellos verán, pero que aprendan de lo que le pasó a Podemos”, añaden.

Una advertencia que va más allá de la mera disputa puntual. Los socialistas se muestran conscientes de la debilidad de Sumar —que no ha dejado de caer en las encuestas desde hace meses— y temen elija el mismo camino que Podemos para ganar protagonismo: “Mira dónde están ahora”, concluyen las mismas fuentes.

Guerra de versiones

El Ministerio de Vivienda denuncia en privado las incoherencias de las críticas del partido de Díaz. Tanto Podemos como Sumar exigen intervenir el mercado del alquiler, pero Rodríguez considera que ya está regulado en comparación a la anterior legislatura.

Los precios “ya están limitados” en las zonas tensionadas —de las autonomías que han aplicado la ley de vivienda—, según Vivienda, y este martes anunciaron un nuevo proyecto de ley para regular los contratos de corta duración: alquileres de temporada, alquileres turísticos, alquileres de habitaciones y embarcaciones, entre otros.

El Ministerio ha impulsado un registro único para poner fin a todos los alquileres vacacionales irregulares: «Vamos a poder perseguir todo el fraude y toda la ilegalidad que se está produciendo en torno a los alojamientos turísticos, los de temporada e incluso los contratos de habitación», aseguró Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.

En el departamento que dirige Rodríguez no entienden las quejas de sus socios de Ejecutivo y consideran que el Gobierno ya ha intervenido bastante el mercado de la vivienda.

Sin embargo, en Sumar exigen ir más allá. «La inacción del PSOE en materia de vivienda condena a familias y jóvenes a la precariedad», critican desde la formación y proponen: prohibir la compra de vivienda en la que no se vaya a vivir en todas las zonas tensionadas, crear 500.000 viviendas públicas con un alquiler entre 400 y 600 euros, regular el alquiler de temporada y el de habitaciones, y terminar con los alquileres turísticos ilegales.

Estas últimas propuestas ya las ha hecho suyas el PSOE con la nueva legislación anunciada el martes.

El bono social, último choque

“El bono joven no ataca la raíz del problema”. Son palabras del ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, sobre  uno de los últimos planteamientos del PSOE. 200 euros para ayudar a los jóvenes en la situación más precaria. Sin embargo, no se trata de una medida nueva, sino que ya está en marcha. Según los últimos datos, el bono joven de alquiler sólo llega al 0,6% de los más de 9 millones de jóvenes entre 18 y 35 años.

La candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero, durante un acto de campaña del partido, en el Muelle de la Sal, a 31 de mayo de 2024, en Sevilla, Andalucía.
La candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero, durante un acto de campaña del partido, en el Muelle de la Sal, a 31 de mayo de 2024, en Sevilla, Andalucía.

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