Julián Calero es un entrenador diferente al resto. Su metodología, carisma e inicio de competición lo han alzado a ser una figura más que querida entre la afición granota. En el día de ayer, alrededor de 300 peñistas se dieron cita en el Ciutat de València, en un encuentro con el técnico levantinista. Calero volvió a hacer muestra de su cercanía con el aficionado, una cualidad cada vez menos común en el mundo del fútbol. Sin ir más lejos, la última vez que el entrenador del Levante acudía a un acto como este de la Delagación de Peñas fue en la temporada 2014/14, cuando Joaquín Caparrós se sentaba en el banquillo granota.
A lo largo del acto, los aficionados allí presentes mostraron su confianza en el técnico madrileño, a pesar de la última derrota cosechada en El Sardinero ante el Racing de Santander. Bajo el optimismo que derrocha Calero fueron desarrollándose los acontecimientos a lo largo de la tarde. «Todo va a salir bien» es la idea que ya ha calado entre el aficionado granota, la más repetida entre los asistentes.
El punto de apoyo está claro y es saber cuál debe ser la hoja de ruta. Vengan derrotas, victorias o empates. El halago debilita y por eso no había que fiarse cuando parecía que el equipo no iba a sufrir por entrar en promoción o pelear por el ascenso directo. En ese sentido, el técnico destacó que lo importante en Segunda División no es el cómo te caes sino el cómo te levantas. Ahí están los ejemplos de equipos con dinámicas intermitentes. Pero sobre todo la realidad es que si la liga acabará mañana mismo, el Levante UD estaría en promoción. Y eso, a estas alturas, muchos lo firmarían sin dudarlo.
Julián Calero, agradecido a los peñistas que acudieron al acto en el Ciutat, remarcó la importancia de la unión entre equipo y afición.
Un acto del aniversario
El encuentro con Julián Calero entra dentro de la programación de actos de celebración del 115 aniversario, mostrando la colaboración entre peñas y club. El acto contaba con el apoyo del club, instituciones y patrocinadores de la Delegación, que colaboraron en el éxito de la velada. Los 300 peñistas acudieron al encuentro previo pago de 10 euros, destinados íntegramente a la Delegación, que asumió los gastos del acto. Todo un encuentro de levantinismo en el Ciutat donde reinó el amor y el sentimiento granota.
Emoción
El entrenador levantinista ha demostrado desde que ha llegado al banquillo del Levante que tiene pasión por su trabajo pero que además muestra su preocupación y cariño por otras secciones del club. Sorprendió a los presentes, que asistían con una sonrisa de oreja a oreja, con una historia en la que dejó claro que su sentimiento de pertenencia al Levante ya es total unos meses después de aterrizar en el Ciutat de València. Explicó que tiene un familiar que tiene un hijo con una discapacidad y que valora muchísimo lo que hace la Fundación tanto en el equipo EDI como en muchas otras situaciones que trabaja la Fundación.
Además, como casi cada año le recuerdan al entrenador, el técnico de Parla fue uno de los primeros en llegar a Atocha como policía en los atentados del 11 de marzo de 2004. Sobre eso, el entrenador explicó que está en proceso de escribir un libro pero que el Levante UD no le deja casi tiempo porque está muy centrado en tratar de lograr grandes objetivos esta campaña. Al final, el apluso para concluir la ceremonia dejó claro que la conexión este año entre peñistas y banquillo es total y la sintonía es la mejor posible.