En el Govern no esconden que su satisfacción sobre cómo fue el debate de política general de la semana pasada, un primer ‘round’ en el Parlament del que Salvador Illa salió sin haber sufrido ningún revés tras negociar hábilmente las votaciones con ERC y con los Comuns. Y esa seguridad con la senda trazada de la mano de sus socios prioritarios es la que ha vuelto a exhibir este miércoles en la que es su primera sesión de control en esta legislatura. Sin ambages, ha anunciado mirando directamente a la bancada de ERC que «pronto» habrá avances en la carpeta de financiación singular y ha ratificado que esos brotes tendrán que ver con el incremento de recursos de la Agència Tributària de Catalunya, que ha hecho hincapié en que se tienen que «multiplicar por cuatro».
El president viene de días codeándose con el Rey Felipe VI, especialmente el sábado en el desfile militar por el 12-O, cosa que hace fruncir el ceño a los partidos independentistas; pero también de defender una financiación justa para Cataluña rodeado de presidentes autonómicos del PP y de poner los cimientos del plan de vivienda. Un testeo de la estrategia que piensa desplegar en los próximos meses y que tienen como objetivo prioritario la aprobación de los presupuestos, cuyas negociaciones se retoman esta misma semana.
Preguntado por los republicanos sobre qué pasos ha hecho en estas últimas semanas para dar cumplimiento a ese pacto para que la Generalitat recaude el 100% de los impuestos, el president ha respondido que la consellera de Economia, Alícia Romero, está trabajando en ello y que así se reflejará en los presupuestos de 2025, cuyas negociaciones se retomarán esta misma semana.