El nombre de esta entidad ha saltado a la palestra después de que se anunciara que el Gobierno planea construir allí un centro de acogida de inmigrantes. La actividad del lugar es prácticamente residual y el Gobierno lo tiene en su punto de mira para reconvertirlo.

Europa Press adelantó la noticia, que ha creado un gran revuelo por distintos motivos. El Ayuntamiento de Ciudad Real se opone, no lo ve algo posible y rechaza que se convierta el aeropuerto en un «campo de concentración» para inmigrantes. El Gobierno de Castilla-La Mancha aseguró que se había enterado por los medios de la noticia, como el consistorio, y luego se puso en contacto con la Secretaria de Estado de Migraciones, que fue quien se lo confirmó.

Pilar Alegría, portavoz del Gobierno nacional, tuvo que salir al paso de las informaciones tras todo lo sucedido. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros confirmó las conversaciones, aunque apuntó que «se estudian emplazamientos».

Sin embargo, desde el Consistorio sospechan que está más avanzado que eso. El propio alcalde, Francisco Cañizares, apuntaba a EL ESPAÑOL: «Sabemos que está Tragsa, que puede estar sacando tierra por un tema distinto, pero coinciden en el tiempo de manera curiosa. Las visitas se llevan produciendo desde hace tiempo y la declaración es que es una opción, pero habría sido muy sencillo decir que no había posibilidad».

Un aeródromo ‘cerrado’

El aeropuerto de Ciudad Real se inauguró en el año 2008. Solo dos años después entró en concurso de acreedores, en tres dejaron de operar los vuelos comerciales y en 2012 cerró sus puertas por falta de actividad.

La primera vez que salió a la venta fue en 2013, con un valor de 100 millones de euros. Sin embargo, fue un grupo chino el primero en hacerse con él durante una subasta judicial. A punto estuvo de hacerse con el aeródromo por tan solo 10.000 euros, pero finalmente la operación fue anulada.

Fue en 2016 cuando CRIA lo compró por 56,2 millones de euros. Corría el mes de abril cuando la empresa prometió una inversión de 579 millones, la creación de 7.716 empleos y la vuelta de la actividad.Sin embargo, dos años después, El Confidencial apuntaba que la empresa sólo había sido capaz de pagar 2,8 millones de  euros.

Los aviones regresaron a Ciudad Real en 2019. Era un Boeing 737 que volaba desde Castellón y que no llevaba pasajeros. Fue en 2021 cuando AESA limitó la licencia de vuelo por la marcha de la empresa de seguridad. 

Gómez Arribas, ínclito empresario

El administrador único la empresa que rige el aeródromo es Rafael Gómez Arribas. Además de Ciudad Real International Airport (CRIA), tiene otras tres empresas que adeudan cantidades millonarias al fisco y, por ende, están incluidas en el último listado de deudores de Hacienda.

Sus nombres son Dahlem Inversiones SL, que debe 1.443.555 euros; Mecron SL, que adeuda 1.596,014 euros; y Punta de Ibiza SL, sociedad que ha rebajado su deuda de 2023 a 2024 de 41 millones de euros a 28.508.180 euros. 

Gómez Arribas, además, participa en muchas otras empresas, se cuentan por decenas entre las que administra y las que participa de alguna manera, según los datos de Informa

En la hemeroteca se puede encontrar su nombre con facilidad. Titulares como el ‘cuento de la lechera’ del dueño moroso del aeropuerto de Ciudad Real o, más reciente, informaciones sobre cómo la Sareb le obligó a principios de este año a vender un solar, ubicado en el madrileño barrio de Barajas y valorado en 5,2 millones de euros, para pagar una deuda que tenía con la gestora de 2,67 millones.

El nombre de González de Arribas y el Aeropuerto de Ciudad Real también se ha mencionado en la conocida como ‘trama Koldo’. Durante la pandemia, Gómez Arribas pudo actuar de intermediario de Víctor de Aldama en la compra de mascarillas por parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Así consta en unos correos electrónicos que forman parte del sumario del caso y a los que tuvo acceso EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM. El Gobierno de Page rechazó la compra en apenas 47 minutos.

Otras informaciones publicadas en marzo por EL ESPAÑOL apuntan también que la idea de la trama era, en el mes de agosto de 2020, importar material desde Shenzhen al aeropuerto de Ciudad Real. Durante la Operación Delorme se destaparon correos en los que uno de los socios de Víctor de Aldama hablaba de la empresa que gestiona el aeródromo. Citaba un «negocio a 3 bandas» entre «Soluciones, Globalia JH [Javier Hidalgo] y CRIA [Ciudad Real International Airport]».

Ciudad Real no quiere

«El aeropuerto [de Ciudad Real] por desgracia desde que se creó solo da quebraderos de cabeza», dicen trabajadores del consistorio consultados por este periódico. Ahora, el aeródromo podría convertirse en un Centro de Acogida de Inmigrantes. Al menos, parece que está dentro de los planes del Gobierno, aunque a nadie le parece bien. «Sería hacer una especie de gueto», apuntan un trabajador.

El alcalde de la localidad, Francisco Cañizares, valoraba este miércoles la propuesta del Ejecutivo central y tachaba la propuesta de no tener «ningún sentido»: «Es grande, pero sin actividad y alejado de los cascos urbanos que tiene alrededor. Es hacerlo en un sitio donde no hay atención sanitaria, donde no hay sanidad, donde no hay tiendas… Es imposible. Esto solo se le ocurriría a Orbán en Hungría y yo creo que lo saben».

De hecho, en ese sentido, cree que si lo hiciera el primer ministro austriaco «todo el mundo se llevaría las manos a la cabeza». «Es un auténtico despropósito», insiste.

A Cañizares lo que le extraña es que España tiene «45 aeropuertos y se plantean llevarlo a uno privado, sin vida, sin actividad». No solo eso, sino que entiende Cañizares que esto «ataca los principios básicos de lo que es la atención a inmigrantes y en un territorio que ya acoge a los inmigrantes que les corresponde».

Cañizares insiste en la sorpresa de haberse enterado por la prensa: «Nos parece llamativo que no se nos comunique a los ayuntamientos que vamos a tener que atender sus necesidades».

Fuente