Luis Enrique siempre se ha caracterizado por su honestidad y su sinceridad a la hora de hablar. Pero nunca antes se le había visto mostrar su faceta más humana y personal, como en el capítulo 3 del documental ‘No tenéis ni ****idea’ dirigido por Movistar+, donde da una lección de vida al hablar de su hija fallecida, Xana, a los nueve años. «Pásate por un hospital, ya verás qué es la vida o la muerte»
‘Xana’ se titula el tercer episodio de la miniserie, el nombre de la hija de Luis Enrique, fallecida en 2019 por un osteosarcoma, un cáncer de huesos, con tan solo nueve años. Cinco años después de la tragedia, Luis Enrique recuerda a su hija y cuenta cómo él y su familia pasan el duelo y siguen recordando a Xana, en el último capítulo del documental.
«¿Yo me puedo considerar afortunado o desgraciado? Yo me considero afortunado, muy afortunado. Pero si se te ha muerto una hija a los nueve años… Mi hija Xana vino a vivir con nosotros 9 años maravillosos», reflexiona el exseleccionador española con una voz rasgada al recordar a su hija. «Tenemos mil recuerdos de ella», mientras aparecen vídeos e imágenes de fondo que evidencian la felicidad que transmitía la pequeña hija de Luis Enrique y Elena Cullell.
El técnico del PSG también cuenta cómo él mismo tuvo que ayudar y convencer a su madre para que volviera a poner fotografías de su nieta en su casa. «Mi madre no podía tener fotos de Xana», explica, y dice: «Mamá, tienes que poner a Xana; Xana está viva, en el plano espiritual». La recordamos cada día, dice Luis Enrique y añade: «Yo creo que Xana todavía nos ve. ¿Cómo quiero que Xana piense que vivimos esto?», cuenta, añadiendo que de esta manera la siguen recordando en su día a día y se ríen con ella de las cosas que les van pasando en su vida.
El capítulo finaliza en Barcelona, en la cena organizada por Luis Enrique y su familia por la «Xana fundación» (creada para ayudar a niños y niñas jóvenes con enfermedades graves). Con el cantante catalán, Joan Dausà, tocando una canción muy emotiva dedicada a la hija del exjugador y entrenador del Barça y con imágenes de la niña de fondo, reflejando la maravillosa descripción que hace su padre de ella. «Xana era una verdulera, era graciosa, simpática…» «Xanita era increíble, era una persona muy abierta, muy espontánea, una payasa, muy competitiva, muy valiente, vamos un volcán y guapa encima».
En tono bromista y orgulloso dice: «Era como su padre». Y concluye: «En verdad se parecía más a su madre».