La Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro mostró este martes su rechazo por la reducción de la dotación de agua planteada por la CHE para el año 2033, una disminución del suministro hídrico que podría alcanzar el 15% para algunos sistemas, tal y como avanzó este diario. En una reunión mantenida con los responsables de la federación, los agricultores denunciaron que este planteamiento «no se justifica técnicamente», sino que se trata de una «decisión política» de la Unión Europea.
«No se garantiza que los cultivos futuros tengan la dotación necesaria. Se quiere reducir la dotación y no se ofrece nada a cambio», denunciaron los regantes en un comunicado. Estas críticas se suman a las que ya hizo un día antes el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, que tachó de «preocupante» la propuesta, y la CEOE, que habló de «ataque al sector primario».
Los regantes piden además más regulación de los caudales ya que dicen que «sí que llueve», solo que «de distinta manera». «Las sequías son largas pero las lluvias son exageradas, con inundaciones y haciendo mucho daño», argumentan.
A las críticas de la Federación de Comunidades de Regantes se sumaron también este martes las de Cepyme, que reaccionó a la información publicada por este diario pidiendo a la CHE que «recapacite» puesto que los más afectados por esta reducción de la dotación de agua serían las pequeñas explotaciones.
«Los agricultores ya han invertido mucho dinero en modernizar sus regadíos, pero no se puede pretender reducir los tecnificados al máximo», defendieron desde Cepyme.