- Varios errores que impidieron las críticas
- Evitar un efecto boomerang
- El informe de la UCO, un balón de oxígeno
El Partido Popular va a centrar el foco en las novedades sobre el ‘caso Koldo’. El error de sus diputados al votar a favor de la reforma que rebajará las condenas a 43 miembros de ETA ha llevado a Génova a decidir centrar sus ataques el Gobierno en el informe de la UCO —Unidad Central Operativa de la Guardia Civil—, que apunta al exministro de Transportes, José Luis Ábalos. En esta ocasión, el patinazo de los populares en el Congreso de los Diputados ha difuminado cualquier crítica al beneficio que obtendrán los presos de la banda terrorista gracias a una enmienda de Sumar.
Tras la foto de Miguel Tellado, portavoz del PP en la Cámara Baja, exhibiendo a todos los socialistas asesinados por ETA en sede parlamentaria, la dirección del partido advirtió que insistir en esta polémica se le podía volver en contra. Justo entonces apareció en escena el informe de la benemérita, que cerca al exsecretario de Organización del PSOE en la presunta trama de corrupción orquestada por su principal asesor, Koldo García.
El PP, a diferencia de otras ocasiones en las que ha aprovechado cualquier tema relacionado con ETA y la alianza parlamentaria del Ejecutivo con EH Bildu, concluye que no ha conseguido movilizar a su electorado o desincentivar al del PSOE, según confirman fuentes populares a Confidencial Digital. Génova se limita a añadir que no tiene datos.
Varios errores que impidieron las críticas
En el PP entendieron la semana pasada que había varios errores que dificultaban seguir insistiendo en la rebaja de penas a etarras. Primero, no haber detectado que la enmienda de Sumar beneficiaba a etarras y no haberse opuesto en ningún trámite parlamentario. Pero la reacción del partido, con Tellado mostrando fotografías de socialistas asesinados, despertaron un enorme enfado en varios familiares de las propias víctimas mostradas por el portavoz parlamentario. Una escena que no tuvo el apoyo de todos los diputados.
Estas situaciones han dificultado enormemente que el PP pueda criticar y movilizar a sendos electorados —tanto el suyo como el del PSOE— en contra del Ejecutivo, que ha confirmado que no frenará la reforma a pesar de que beneficia a 43 condenados por terrorismo.
Evitar un efecto boomerang
A medida avanzaban los días en el PP trataron de frenar la hemorragia por haber apoyado la enmienda de Sumar, pero no consiguieron cambiar el foco de la polémica, más centrado en el error que también cometieron formaciones como Vox o Unión del Pueblo Navarro —ambas manifiestamente en contra de aprobar el proyecto de ley—.
La polémica cada vez se presentaba más en contra del PP. Génova temía que el tema terminara perjudicándoles a ellos mismos, en vez de conseguir erosionar al Gobierno. Un indicio más que suficiente para que la dirección decidiese comenzar a cambiar el debate.
El informe de la UCO, un balón de oxígeno
Entre el jueves y el viernes de la semana pasada, comenzaron a filtrarse extractos del informe de la UCO acerca del ‘caso Koldo’. Un balón de oxígeno para los populares y una oportunidad que el PP no ha querido dejar pasar. Ante la gravedad de las conclusiones de dicho documento, los populares convocaron una reunión extraordinaria, elevando al máximo nivel el ‘caso Koldo’ y dejando atrás la rebaja de condenas.
Un giro de estrategia que se escenificó con la comparecencia de la Secretaria General del Partido Popular, Cuca Gamarra, que anunció una querella por cohecho, financiación ilegal y tráfico de influencias contra el Partido Socialista. Una manera de aumentar la dimensión del caso, atacando directamente a la formación en vez de centrar solamente el tiro en Ábalos o Koldo, al igual que hicieron los socialistas con el caso Gürtel.