El negocio de la trama Koldo en las Islas no se limitó al suministro de mascarillas y las pruebas de PCR durante la pandemia. La compraventa de hidrocarburos fue otra de las actividades con que el líder de la presunta red delictiva, el empresario Víctor de Aldama, extendió sus tentáculos hasta el Archipiélago. De Aldama y su socio Claudio Rivas idearon un entramado de sociedades pantalla superpuestas con el que defraudaron 182,5 millones de euros y que operaba en la región con la firma Canary Islands Fuel Company SL.

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