De acuerdo a informes y rumores no verificados, se anticipa que Arabia Saudita realizará la compra de un número considerable de aviones de combate KAAN provenientes de Turquía.
A pesar de que los medios turcos no han confirmado los detalles de esta transacción, la cuenta de X TurkishFacts4u comunicó el 15 de octubre que el Reino de Arabia Saudita muestra interés en adquirir 100 aviones de combate KAAN de Turkish Aerospace Industries (TAI).
Asimismo, la cuenta mencionó que “Turquía y Arabia Saudita se transformarán en potencias militares muy relevantes en la región”.
Hemos informado anteriormente sobre el interés de Arabia Saudita en los aviones de combate F-35, especialmente tras el acuerdo alcanzado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) para su adquisición, luego de la normalización de relaciones con Israel en 2020. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos denegó la solicitud de Arabia Saudita para los F-35, mencionando inquietudes relacionadas con la seguridad, derechos humanos y el objetivo de mantener la supremacía militar de Israel en la región.
Desde entonces, no se ha producido un avance significativo ni se ha alcanzado un acuerdo oficial sobre la venta de F-35 a Arabia Saudita.
Según Army Recognition, la posible compra de KAAN se discutió durante la visita del comandante de la Fuerza Aérea Saudí, Turki bin Bandar Al Saud, a Turquía. Este, acompañado por una delegación, se reunió con representantes de Roketsan, Turkish Aerospace Industries y Aselsan.
La visita brindó a los oficiales saudíes información detallada sobre las capacidades del KAAN e inició negociaciones en torno a una posible cooperación estratégica en relación al caza de quinta generación.
Si Arabia Saudita procede con la compra del caza turco KAAN, se espera que esto refuerce considerablemente las capacidades militares del reino. Diseñado como un caza multifuncional de quinta generación, el KAAN proporciona avanzadas capacidades de combate y flexibilidad operativa.
El analista militar saudí Hassan Alakbar comentó: «El KAAN podría modificar el equilibrio del poder aéreo en la región, particularmente para países como Arabia Saudita que buscan alternativas a los equipos producidos en Occidente«. Alakbar también destacó que la adquisición de un caza de estas características sería crucial para la modernización de las fuerzas armadas de Arabia Saudita y sus esfuerzos para disminuir la dependencia de Estados Unidos.
Adquisición de aviones KAAN podría fortalecer la relación Arabia Saudita-Turquía
La compra de los aviones KAAN también podría reforzar la relación estratégica entre Arabia Saudita y Turquía.
El especialista en defensa turca Metin Gürcan comentó que “este acuerdo podría ser más que un simple contrato militar; podría establecer las bases para una cooperación a largo plazo entre Ankara y Riad. La producción conjunta, el intercambio de tecnología y el desarrollo industrial serán áreas clave de la asociación”.
Gürcan subrayó que Turquía busca consolidarse como un actor global en el ámbito de la defensa, y esta colaboración podría revitalizar la economía turca y potenciar sus exportaciones en el sector de defensa.
Para Arabia Saudita, esta alianza se alinea con su estrategia de diversificación económica y avance tecnológico. Sin embargo, tal acuerdo podría generar tensiones en las relaciones con Estados Unidos.
El experto estadounidense en Oriente Próximo, Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), advirtió: “Si Arabia Saudita elige el KAAN turco en lugar del F-35 estadounidense, enviaría un mensaje claro a Washington de que el reino está dispuesto a buscar proveedores alternativos. Esto podría disminuir la influencia estadounidense en la región”.
Cordesman también observó que un movimiento de este tipo podría perjudicar a la industria de defensa estadounidense, la cual ha sido tradicionalmente uno de los principales proveedores de armas para Arabia Saudita. Adicionalmente, podría socavar los esfuerzos de Estados Unidos por mantener su dominio militar y su influencia estratégica en Oriente Próximo.
Expertos internacionales subrayan que el acuerdo del KAAN también podría tener repercusiones económicas para Estados Unidos. Alexander Vershbow, exembajador estadounidense ante la OTAN y experto en seguridad internacional, afirmó: “Perder un contrato para el F-35 no solo afectaría al sector militar estadounidense, sino también a sus intereses estratégicos en la región. Mientras tanto, Turquía se beneficiaría al posicionar sus tecnologías como una alternativa viable a los sistemas estadounidenses”.
Vershbow enfatizó que si Washington no logra encontrar una forma de responder a estos cambios, podría desencadenar realineamientos geopolíticos más amplios en la región, lo que disminuiría la importancia estratégica de Estados Unidos en Medio Oriente.
Estados Unidos podría autorizar la venta de F-35 a Arabia Saudita
Aún se contempla la opción de que Estados Unidos apruebe la compra del F-35 por parte de Arabia Saudita con el propósito de evitar la adquisición del KAAN turco.
Howard Stoddard, experto en comercio militar y autor de The Arms Trade: Power and Policy, señaló que “Washington podría reconsiderar su posición sobre Arabia Saudita si percibe una amenaza real de perder terreno estratégico. Rechazar la venta del F-35 al reino podría abrir la puerta a que otros países fortalezcan sus lazos con Arabia Saudita, lo cual podría no ser beneficioso para Estados Unidos”.
Stoddard agregó que el suministro del F-35 a Arabia Saudita representaría una indicación de que se mantiene la alianza estratégica; sin embargo, probablemente implicaría que Washington tenga que realizar concesiones en temas relacionados con derechos humanos y otras políticas internas.
Para Arabia Saudita, la adquisición del F-35 proporcionaría acceso a tecnología militar avanzada, aunque dicho acuerdo podría verse condicionado por políticas impuestas desde Washington.
En contraste, el KAAN no solo ofrece una plataforma de combate moderna, sino que también presenta oportunidades de cooperación industrial más flexibles con Turquía.
Conocido anteriormente como TF-X, el KAAN está diseñado como un caza multifuncional de quinta generación, incorporando tecnologías y capacidades avanzadas que le permiten competir con los principales aviones de combate a nivel mundial.
Desarrollado por Turkish Aerospace Industries (TAI), el KAAN busca convertirse en una pieza fundamental de los esfuerzos de modernización militar de Turquía, además de ofrecer una alternativa viable a los cazas occidentales como el F-35.
El diseño furtivo del KAAN minimiza su firma de radar gracias al uso de materiales compuestos y formas geométricas específicas que reducen los reflejos, dificultando su detección por los radares enemigos, especialmente a largas distancias.
Con una longitud aproximada de 19 metros y una envergadura cercana a los 12 metros, el caza se asemeja en tamaño a otros jets de quinta generación, como el F-22 y el F-35. Su capacidad para volar a altas velocidades y maniobrar en condiciones supersónicas constituye un factor clave para su efectividad en misiones de combate.
KAAN destaca por su avanzado sistema de motores y capacidades operativas
Una de las características más notables del KAAN es su robusto sistema de motores. Se prevé que el avión esté equipado con dos motores a reacción, cada uno capaz de generar un empuje de 27,000 libras, lo que le permitirá alcanzar una velocidad máxima cercana a Mach 2, es decir, el doble de la velocidad del sonido.
El diseño del KAAN también contempla la realización de maniobras excepcionales, ofreciendo una notable flexibilidad operativa en diversos escenarios de combate, tanto en el aire como en misiones de ataque terrestre.
Este caza incorpora aviónica de vanguardia, que incluye un sistema de radar multifuncional con tecnología AESA (Active Electronically Scanned Array). Gracias a esta tecnología, el KAAN puede rastrear múltiples objetivos a diferentes distancias y en variadas condiciones.
Además, el avión está equipado con sofisticados sistemas de guerra electrónica que brindan protección contra misiles enemigos, complicando su localización.
La tecnología de radar AESA otorga al KAAN una ventaja significativa en la identificación de aeronaves adversarias a largas distancias, lo que incrementa su tasa de éxito en combates aéreos dinámicos.
En lo que respecta a armamento, el KAAN es capaz de llevar una amplia variedad de armas, incluyendo misiles aire-aire como el AIM-120 y el Meteor, así como misiles aire-tierra diseñados para neutralizar objetivos en la superficie.
El diseño del avión incluye bahías de armas internas que mantienen su configuración furtiva, además de contar con puntos de anclaje externos para armamento adicional, lo que le brinda una notable flexibilidad en las configuraciones de misión.
Esto le permite ser utilizado en una variedad de roles que abarcan desde la superioridad aérea hasta operaciones de ataque ofensivo.
Turquía busca digitalizar el KAAN y reducir costos de operación
La ambición de Turquía respecto al KAAN abarca también la plena digitalización y la integración de inteligencia artificial en su funcionamiento.
Se anticipa que este caza utilizará sistemas capaces de analizar información y tomar decisiones en tiempo real, lo que no solo disminuiría la carga de trabajo del piloto, sino que también optimizaría la eficiencia durante las misiones.
Asimismo, el avión tiene el potencial de establecer conexiones en red con drones y otras plataformas de combate, lo que generaría un sistema de unidades interconectadas que operarían de manera sincronizada.
El diseño del KAAN pone un énfasis particular en la durabilidad y en la rentabilidad de sus operaciones. Turquía busca fabricar un avión cuyo mantenimiento sea más accesible y sencillo en comparación con los modelos occidentales, que tienden a ser más costosos, como el F-35. Esta estrategia facilitaría el acceso a tecnología militar moderna para países que, de otro modo, no tendrían los recursos económicos para adquirir sistemas occidentales más caros.
En resumen, el KAAN simboliza un avance significativo para Turquía en la creación de sus propias tecnologías de defensa y en la disminución de su dependencia de proveedores extranjeros.
Se prevé que su primer vuelo ocurra en 2025, y que la producción inicie a principios de la próxima década.
Este proyecto posee el potencial de alterar la dinámica regional al ofrecer a Turquía y a posibles compradores capacidades aéreas avanzadas a precios competitivos.
