El mes pasado, las autoridades libanesas arrestaron en Beirut a un corresponsal alemán tras conceder una entrevista a un medio israelí. El sábado, el periodista habló con otro medio israelí, expresando su temor de que las autoridades libanesas lo entregaran a él y a su compañero a Hezbolá.

Paul Ronzheimer, subdirector y corresponsal de Bild, fue entrevistado por la emisora pública israelí Kan el 27 de septiembre, el mismo día en que ataques aéreos israelíes provocaron la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.

Al día siguiente, Ronzheimer y su camarógrafo fueron detenidos por las autoridades libanesas. La intervención de la embajada alemana fue lo que finalmente permitió su liberación.

Ronzheimer, quien ya abandonó el Líbano, relató a Canal 12 que decidió conceder la entrevista a la televisión israelí porque “desconocía que esto estaba prohibido y creo en la libertad de prensa”. Según se informa, esta entrevista podría ser la primera transmisión en vivo desde Beirut hacia la televisión israelí desde la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel de la capital libanesa en 1982.

El Líbano cuenta con estrictas leyes que prohíben cualquier interacción de sus ciudadanos con Israel, considerado un estado enemigo, penalizando cualquier acción que pueda interpretarse como “normalización”. Sin embargo, no está claro cómo se aplicó dicha normativa en el caso de Ronzheimer, dado que es ciudadano alemán.

El periodista narró que, la mañana siguiente a la entrevista, comenzó lo que él llamó una “pesadilla”. Cinco individuos llegaron a su puerta argumentando que necesitaban hacerle preguntas rutinarias y le exigieron que entregara su equipo, incluidos su teléfono y cámaras.

Posteriormente, tanto él como su camarógrafo fueron trasladados a un centro de interrogación, donde permanecieron durante dos horas respondiendo preguntas sobre sus actividades y la transmisión en vivo. Ronzheimer insistió en que no tenía conocimiento de la prohibición de este tipo de entrevistas y añadió que había realizado entrevistas con diversos medios de comunicación.

Periodista alemán arrestado en Beirut temió ser entregado a Hezbolá

Periodista alemán arrestado en Líbano tras conceder entrevista a televisión israelí
Paul Ronzheimer habla con la emisora ​​pública Kan desde Beirut tras el asesinato de Hassan Nasrallah a manos de Israel el 27 de septiembre de 2024. (Captura de pantalla, Kan, utilizada de conformidad con la cláusula 27a de la Ley de Derechos de Autor)

Paul Ronzheimer, subdirector de Bild, declaró a Canal 12 que tanto él como su camarógrafo fueron esposados, les cubrieron los ojos y luego los trasladaron sin informarles a dónde se dirigían. En ese momento, Ronzheimer expresó que temió que fueran entregados a Hezbolá.

El corresponsal detalló que finalmente fueron llevados a una instalación militar ubicada en las afueras de Beirut, donde los interrogaron sobre la frecuencia con la que había visitado Israel y su relación con ciudadanos israelíes.

Durante el interrogatorio, Ronzheimer mencionó que los oficiales sabían que había entrevistado al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu unos meses antes.

No fue hasta que los metieron en una celda y les informaron que no podrían ver a un fiscal hasta la mañana siguiente, cuando se dio cuenta de que seguía bajo custodia de las autoridades libanesas y no de Hezbolá.

El medio Bild reportó que la liberación de Ronzheimer se produjo más tarde ese mismo día, después de que la embajada alemana interviniera.

Al ser liberado, Ronzheimer comentó que se dio cuenta de que Hezbolá estaba tras su pista, ya que el grupo terrorista “compartía su foto en las cuentas de Hezbolá… y lo estaban buscando”, según declaró a Canal 12.

Periodista alemán temió ser secuestrado por Hezbolá durante su detención

Una fotografía tomada durante una visita organizada por la oficina de prensa de Hezbolá el 2 de octubre de 2024 muestra retratos del líder asesinado del grupo terrorista libanés, Hassan Nasrallah, colgados de los escombros de un edificio destruido por un ataque aéreo israelí en los suburbios del sur de Beirut. (AFP)

Hezbolá ha sido responsable de múltiples secuestros de occidentales, entre los que se incluyen periodistas. Uno de los casos más notorios fue el de Terry Anderson, reportero de AP, quien fue secuestrado por este grupo en 1985 y mantenido en cautiverio durante siete años.

Paul Ronzheimer, subdirector de Bild, relató a Canal 12 que mientras lo trasladaban de un lugar a otro, esposado y con los ojos vendados, pensaba constantemente: “¿A dónde nos llevan y qué pasaría si Hezbolá nos captura?”

Hasta el momento, las autoridades libanesas no han emitido ningún comunicado oficial en relación con el incidente que involucró a Ronzheimer. Sin embargo, algunos medios alemanes han informado que las autoridades libanesas justificaron la detención afirmando que el periodista no contaba con la acreditación adecuada para reportar en el país, una acusación que Ronzheimer ha rechazado categóricamente.

Según un artículo publicado en Bild, Ronzheimer tomó la decisión de abandonar el Líbano tras haber vivido esta traumática experiencia. Además, destacó que Hezbolá, al que muchos consideran un “Estado dentro del Estado”, rara vez otorga permisos a periodistas para trabajar en áreas bajo su control.

Periodista alemán relata detención en Líbano tras informar sobre Hezbolá

Una mujer lee el Corán en el lugar del asesinato del líder del grupo terrorista Hezbolá, Hassan Nasrallah, en los suburbios del sur de Beirut, el 29 de septiembre de 2024. (Foto AP/Hassan Ammar)

Por motivos de seguridad, Bild solo dio a conocer la detención de Paul Ronzheimer después de que él abandonara el Líbano. En una declaración realizada para Canal 12, el periodista afirmó que tanto él como su equipo ya se encontraban fuera de peligro.

A pesar del incidente, Ronzheimer ha continuado informando sobre la guerra. La semana pasada ofreció un informe para el medio alemán Die Welt desde Tel Aviv.

Ronzheimer viajó al Líbano con el fin de cubrir la operación militar de Israel contra el grupo terrorista Hezbolá. Esta ofensiva, iniciada el mes pasado, tiene como objetivo poner fin a un año de hostilidades transfronterizas y permitir el regreso seguro de los habitantes desplazados del norte de Israel.

En respuesta al recrudecimiento de los combates, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha elevado el nivel de alerta para sus misiones diplomáticas en Beirut, Ramala y Tel Aviv. A pesar de la situación, las embajadas alemanas en estas localidades continúan operando normalmente.

Fuente