Josep Oliu, presidente de Sabadell, considera que existen «serias dudas» en relación con el valor que crearía una fusión entre BBVA y Sabadell en el caso de que la opa salga adelante con el apoyo de sus accionistas y el respaldo de las autoridades.
El banquero ha participado este lunes en el evento anual de la Cámara de Comercio española en Reino Unido, adonde ha acudido en calidad de invitado de honor.
Durante el discurso pronunciado en este foro, Oliu ha afirmado que el hipotético impacto de esta fusión, junto al rechazo del Gobierno a la misma, «introduce un riesgo de ejecución considerable para el comprador».
«Todo esto arroja serias dudas sobre el valor que la operación crearía supuestamente, dado que estos aspectos podrían borrar la relación coste-beneficio y el aparente valor ofrecido», ha señalado el presidente de Sabadell.
En su opinión, una operación de estas características enfrenta dos cuestiones: los límites de la competencia y la necesidad de tener bancos más fuertes. Pero, para Oliu, el tamaño de una entidad no es «ni un requisito ni una garantía de solvencia» y «aumentar el tamaño relativo de un banco en un mercado conduce, inevitablemente, a un mayor poder de oligopolio, en detrimento de los consumidores».
Consolidación bancaria
Al hilo de la necesidad de contar con bancos fuertes, Oliu ha afirmado que considera «deseable» que se complete la Unión Bancaria en la zona euro con la creación del fondo de garantía de depósitos único en la Unión Europea, algo que, de momento, está en manos del Consejo Europeo.
De hecho, considera que las fusiones transfronterizas pueden ser una solución para crear «bancos más grandes y más fuertes» cuando «la consolidación nacional alcanza sus límites por la competencia».
«La consolidación es, indudablemente, una vía para fortalecer el sistema financiero, pero la consolidación no siempre es buena y no siempre crea valor para los accionistas», ha apuntado Oliu.
Y ha añadido: «Si los procesos de consolidación tienen lugar como resultado de una visión que puede ser compartida y aceptada por los implicados, como los trabajadores, los clientes, la sociedad y los políticos, aumentarán su valor. Si no, su valor estará en riesgo».
Es por eso que, para el banquero, «Sabadell y BBVA ofrecen más valor por separado que el que ofrecerían juntos».
De hecho, para Oliu, Sabadell afronta sus riesgos de ejecución como banco independiente y los considera «más gestionables, al menos en el futuro inmediato, que los riesgos de ejecución que despierta la propuesta de BBVA».
El presidente de Sabadell ha afirmado que «otros competidores españoles se han acercado en varias ocasiones al banco para explorar una compra o una fusión con otro competidor más grande».
«Esas propuestas fueron siempre cordialmente rechazadas, porque se ha creído durante mucho tiempo que la independencia y el desarrollo de la identidad cultural de Sabadell ofrecen un acercamiento distintivo, al que la sociedad ha dado la bienvenida y en el que creen los accionistas», ha concluido.