En las mismas calles en las que hace un año el llorado Kelvin Kiptum acariciaba con 2.00.35 la hazaña de bajar de las dos horas en un maratón, su compatriota Ruth Chepngetich, de 30 años, entraba este domingo en la historia del atletismo y le ganaba la partida, de alguna manera, a sus colegas masculinos. Si ellos aún persiguen ese mito de romper la barrera de las dos horas, ella fue la primera mujer que rompió la de las dos horas y 10 minutos, igual de relevante. Con una marca descomunal de 2.09.56 borró el anterior récord mundial de la etíope Tigst Assefa por casi dos minutos. Y eso que en su día la marca de 2.11.53, conseguida en Berlín el pasado año, ya mereció calificativos mayúsculos.

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