El Dakar 2025 ya asoma en el horizonte de Isidre Esteve. El piloto catalán y su copiloto Txema Villalobos han participado estos días en el Rally de Marruecos, la última prueba del Campeonato del Mundo de Rally Raid (W2RC) y también la última escala en la preparación para la cita del próximo mes de enero en Arabia. Charlamos con Isidre antes del prólogo en Marrakesh y también tuvimos ocasión de comprobar que su discapacidad no es un obstáculo para competir al máximo nivel.
-Lleva unos cuantos años ya con el proyecto de Repsol y Toyota, un proyecto cada vez más competitivo ¿se siente orgulloso del camino recorrido?
-Va ser nuestra quinta temporada con Toyota y llevamos desde 2017 con Repsol. Hemos crecido juntos, hemos mejorado y ahora mismo estamos en un punto muy especial porque tenemos una muy buena relación y un coche increíble. Llevamos tres años trabajando con un combustible renovable y sentimos que formamos parte de algo más que solo un resultado deportivo.
-Pero como se ha visto estos días en Marruecos, tiene además un coche que le permite ya competir por posiciones delanteras…
-Sí, ha llegado un punto también en el Dakar, desde que se ha creado la categoría Ultimate, que podemos ver 50 coches iguales. Quizás los equipos oficiales tengan un punto más, seguro, debe ser así, pero todos tenemos expectativas bastante similares y esto hace que la carrera sea muy competida.
-Marruecos es el ensayo general para el Dakar 2025…
-Para nosotros es como si estuviésemos en el Dakar, todos los cambios de nivel deportivo ya se llevan a cabo aquí y el recorrido que ha diseñado David Castera sigue las mismas ideas que vamos a tener en el Dakar. Y en general estamos muy satisfechos.
-¿Qué espera de la próxima edición del Dakar en Arabia?
-Hay varios factores que lo van a hacer un poco especial. El hecho de que haya cinco marcas compitiendo para ganar, creo que es un punto diferencial que no habíamos tenido hasta ahora. Luego hay una primera semana de carrera bastante exigente, porque la crono de 48 horas que el año pasado se hizo en la parte final, en el empty quarter, se divide y ya llega la primera semana. Van a ser casi 900 kilómetros por pistas de piedra y para nosotros una de las principales amenazas a nivel fiabilidad son los neumáticos, porque corremos muchísimo y hay mucho riesgo en ese aspecto. Va a ser difícil esa gestión de los neumáticos y luego creo que desde el primer kilómetro el ritmo va a ser muy intenso. Luego mucha gente dice, que ya no tendremos la maratón de 48 horas… da igual, vamos a tener el empty quarter también en la parte final de carrera, 24-24, así que va a ser lo mismo.
-¿De los años que lleva disputando el Dakar en coche, con qué edición se queda?
-Mejoramos cada año. El último acabé muy satisfecho del ritmo que fuimos capaces de llevar toda la carrera. Tuvimos un problema mecánico en el empty quarter que nos hizo ceder 24 horas, pero esto son cosas que suceden en una carrera como el Dakar. Ahora estamos pensando si vamos a ir con el V8 o el V6, porque el con el V8 encontramos una puesta a punto que nos permite ir muy rápido.
-¿Qué le parece la irrupción de nuevos equipos que llegan con la máxima ambición al Dakar, sobre todo Dacia y Ford?
-Es buenísimo para la carrera, para la afición y para el deporte en general. Y hace que ese extra de motivación lo tengan todos los equipos, porque solo va a ganar uno. Y tenemos cinco equipos oficiales que quieren ganar.
-Siendo un veterano del Dakar ¿cómo ve el nuevo tándem que forman Nani Roma y Carlos Sainz?
-Ostras, he visto el coche, el Raptor. Lucas (Cuz) me lo mostró el otro día y con Carlos también estuvimos dando vueltas por aquí en Marruecos. He hablado muchísimo con Nani de este proyecto. Como decía, creo que va a hacer más atractiva la carrera.
«Estoy agradecido por seguir haciendo lo que más me gusta y competir. Los mandos están adaptados al volante y aunque parece una nave espacial, estoy acostumbrado. Es como jugar a la play»
-A nivel de humano, ¿qué es lo peor de correr un rally para un piloto en sus condiciones, con discapacidad?
-Bueno, a mí me cuesta encontrar puntos malos o el menos malo. El hecho es que nosotros tenemos tan interiorizada nuestra situación que ya todo nos parece bastante normal. Pero quizá lo que llevo peor es cuando tenemos un problema en pista, atascamos el coche en la arena y no puedo ayudar a sacarlo a mi copiloto. Es cuando siento más que esa discapacidad implica unas limitaciones. El año pasado, en el empty quarter, estuvimos cinco horas para sacar el coche. Si yo hubiese podido empujar, habrían sido dos. Ahí es donde digo ‘Isidre, tenemos un problema’. Nada más.
-¿Alguna ventaja?
-No creo que las haya, aunque estoy agradecido porque puedo seguir haciendo lo que más me gusta, que es estar aquí y competir. Los mandos están adaptados al volante y aunque parece una nave espacial, yo estoy acostumbrado. Es como jugar a la play. Sí que es verdad que en muchas ocasiones me faltaría una tercera mano para poder cumplir con todo cuando es preciso.
-Y luego, dentro del coche, tiene un aliado perfecto, que es Txema y fuera Lidia, su pareja y fisioterapeuta…
-Si, sí, el equipo humano que tengo a mi alrededor en las carreras es fantástico, Txema, Lidia, los mecánicos… todos. Toyota nos da todo el servicio, sus ingenieros de asistencia, los camioneros, etc, pero este equipo humano que me rodea para mí es importante y seguro que sin ellos no podría hacer esto.
-¿Es el más exigente?
-Sí, me gusta que todo esté bien. Espero haber contagiado este espíritu a todo mi equipo.
-¿Cuál es el mejor consejo que le han dado como piloto y en la vida?
-Diviértete, sé feliz, disfruta de lo que te apasiona, porque la vida es corta y pasa demasiado rápido.
-¿Es consciente de que ha contribuido a normalizar el Dakar como un deporte inclusivo?
-Estoy contento de sumarme a esta normalización, a la inclusión en el deporte de las personas con discapacidad. Yo no soy pionero en nuestro entorno, ese es Albert Llovera, que fue uno de los primeros pilotos en silla de ruedas en poder competir en el campeonato del mundo. Me siento feliz de poder seguir contribuyendo a ello y de animar a otras personas en una situación similar a que puedan cumplir sus sueños.
Combustible renovable
En Marruecos, el Toyota Hilux T1+ del Repsol Toyota Rally Team que ha utilizado Isidre Esteve, equipado con el motor V8 de gasolina, está alimentado por el combustible renovable desarrollado en el Repsol Technology Lab y que el piloto catalán ya probó con éxito en las dos últimas ediciones del Dakar. También lo llevan el portugués Joao Ferreira y el estadounidense Seth Quintero.
En la última evolución está producido en un 70% a partir de residuos orgánicos. Es un modo de acelerar el progreso técnico en el insustituible banco de pruebas de las carreras, y contribuir así a un futuro más sostenible para el planeta.