La batalla legal entre el frente común formado por LaLiga, FIFPro Europa y las ligas europeas contra la FIFA ha resultado una ocasión magnífica para que la Superliga Europea pida turno de la palabra. La competición continental, que venía a revolucionar el fútbol y terminó fracasando estrepitosamente, vuelve ahora a la carga después de acumular fuertes éxitos legales que, sin embargo, no aseguran su celebración a partir de septiembre de 2025, fecha planeada para su inicio.
Bernd Reichart, director general de la agencia de la Superliga A-22-Sports, ha aprovechado la oportunidad para explicar en la revista alemana Kicker la situación actual del proyecto. Después de un tiempo guardando sus armas, la intención inicial es que la Superliga se celebre a partir de la próxima temporada: «En estos momentos nos preocupan principalmente las asociaciones tecnológicas y el modelo de negocio basado en ellas, porque tenemos la clara opinión de que los aficionados merecen una experiencia mejor y más barata delante de las pantallas«, explica.
Un proyecto que sigue en pie
El golpe a favor en los tribunales puede ser una puerta abierta para que otros clubes se unan al proyecto, que actualmente solamente cuenta con Barça y Madrid como principales promotores: «El veredicto de diciembre aumentó significativamente la disposición de los clubes a dialogar y redujo el miedo a represalias. Debería ser principalmente responsabilidad de los clubes y jugadores decidir sobre cuestiones importantes de gobernanza», valora. «El monopolio de las asociaciones, hasta ahora inactivo, se está derrumbando», concluye.
El director general aprovechó la ocasión para atacar el nuevo modelo de Champions League: «Ahora todo el mundo puede preguntarse: ¿Se han cumplido los objetivos de la UEFA? ¿Más partidos atractivos y partidos decisivos en la ronda preliminar? No tengo la impresión, en mi opinión hay más partidos sin consecuencias reales para el resultado del torneo», analiza.