Al menos 25 personas han muerto y 120 han resultado heridas en dos bombardeos del Ejército de Israel contra una escuela que albergaba a personas desplazadas en el campamento de refugiados de Nuseirat y contra tiendas de campaña que estaban instaladas en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa (Deir al Balá), en el centro de la Franja de Gaza, en el marco de la ofensiva desatada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Las autoridades gazatíes han indicado que un ataque israelí contra la escuela ‘Mufti’, en el campo de Nuseirat, ha matado a 22 personas, incluidos 15 niños y mujeres, y ha herido a 80 personas. La oficina de medios del Gobierno de Gaza ha asegurado que el Ejército de Israel «sabía» que en la escuela «había miles de niños y mujeres desplazados de sus hogares y cuyos barrios fueron bombardeados». «Atacaron la escuela a pesar de que estaba en una zona que la ocupación no clasificó como zona de combate», ha criticado.
Según ha indicado a través de un comunicado publicado en su canal de Telegram, «con esta masacre el número de centros de acogida y desplazados bombardeados asciende a 191». «Este nuevo crimen se suma a la difícil situación sanitaria que se vive en la provincia central, donde viven actualmente más de un millón de personas», ha indicado, agregando que el Hospital Mártires de Al Aqsa «no puede proporcionar servicios médicos adecuados a todas estas enormes cantidades de desplazados» por el «gran hacinamiento y a numerosos heridos que llegan a todas horas».
Por su parte, Hamás ha declarado que «la horrible masacre cometida» por Israel «es una insistencia en su guerra de exterminio», la cual «no se habría atrevido a continuar» sin no fuera por «la cobertura proporcionada por la Administración estadounidense y el silencio internacional».
«Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y a Naciones Unidas para que asuman sus responsabilidades jurídicas y morales ante estos crímenes repetidos, y tomen medidas inmediatas para detener la agresión en curso, y para que los líderes de esta entidad terrorista rindan cuentas por sus crímenes y violaciones contra nuestro pueblo palestino y los pueblos de la región», ha instado, según recoge el diario palestino ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
Ataque dentro del hospital Al Aqsa
Poco después, la oficina de medios ha informado de que tres personas han muerto y 40 han resultado heridas en un bombardeo contra tiendas de campaña que estaban instaladas dentro del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, ubicado en Deir al Balá. Asimismo, ha denunciado que Israel ha bombardeado por séptima vez este emplazamiento (en enero, marzo, julio, agosto y dos en septiembre) «en el marco del crimen de genocidio, limpieza étnica y holocausto lanzado por el Ejército israelí contra civiles y desplazados».
«Responsabilizamos plenamente a la ocupación israelí y a la Administración estadounidense por este genocidio y los crímenes sistemáticos contra civiles y personas desplazadas en la Franja de Gaza. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y las organizaciones a presionar a la ocupación para detener este genocidio», reza un comunicado.
El portavoz en árabe del Ejército de Israel, Avichai Adraee, ha indicado que aviones de combate han atacado «a terroristas que estaban operando en un complejo de mando y control que estaba establecido en un área que antes era el Hospital Mártires de Al Aqsa». «Los miembros de Hamás utilizaron el complejo hospitalario para planificar y llevar a cabo operaciones terroristas», ha dicho.
Según ha asegurado, «antes del ataque se tomaron varias medidas para reducir la probabilidad de víctimas civiles, incluido el uso de municiones de precisión, vigilancia aérea e inteligencia adicional». También ha indicado que Hamás «viola sistemáticamente el Derecho Internacional, explotando brutalmente las instituciones y poblaciones civiles como escudos humanos».
La ofensiva de Israel contra Gaza fue lanzada tras los citados ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes. Desde entonces han muerto más de 42.200 palestinos, tal y como han indicado las autoridades gazatíes, a los que se suman más de 750 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.