Si es cierto el refrán que dice que novia mojada, novia afortunada, la Virgen del Pilar está quedando bendecida para al menos los próximos 365 días porque la lluvia parece que no va a impedir que la ofrenda de estas Fiestas del Pilar, vaya a ser en la que más visitas a sus pies ha recibido. Año tras año se va superando un récord que este 12 de octubre, si se cumplen los pronósticos, va a aumentar en alrededor de 15.000 oferentes.
Pero lo que se está viviendo en la plaza del Pilar tiene mucho más mérito porque los que quisieron mostrar su devoción a la Virgen han tenido que mojarse. Es cierto que la lluvia en ningún momento ha sido torrencial, pero sí que está marcando un desfile de 17 horas, el más largo hasta la fecha. Está siendo un goteo, nunca mejor dicho, constante de zaragozanos y visitantes en una demostración más de que no hay nada que pueda (salvo la pandemia por la covid) con la que es la tradición más sagrada de la capital aragonesa.
Bien temprano, todavía a oscuras, comenzó la ofrenda. Cuando pasaba media de hora de las seis de la mañana la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de Jesús al Calvario fue la afortunada de colocar sus primeras flores a la Virgen del Pilar, que este año lucía claveles rojos en su manto. Los más madrugadores de los 1.059 grupos, también cifra récord, que estaban inscritos en la ofrenda tuvieron la fortuna de completar el recorrido sin mojarse, aunque las miradas ya estaban permanente en el cielo porque las previsiones no eran nada halagüeñas y lo cierto es que se han cumplido. «A los zaragozanos no nos va a parar la lluvia», ha exclamado la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca.
Por el momento, en una cifra actualizada a las 00.00 horas por fuentes oficiales del Ayuntamiento de Zaragoza, han sido 135.000 los oferentes y más de 409.867 personas las que han pasado por la plaza del Pilar
Esta es la portada de la edición impresa de este domingo, 13 de octubre, de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Como no podía ser de otra forma, la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar preside la primera plana del diario.
Cerca de 18 horas ha durado la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar que ha terminado a las 00.00 horas. Según fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza, 135.000 oferentes han participado en la ofrenda y 409.087 personas han pasado por la plaza del Pilar.
El Jardín de Invierno ha cerrado este sábado su programación musical en estas Fiestas del Pilar con los conciertos de la aragonesa Erin Memento y de la mallorquina Maika Makovski. A lo largo de los últimos siete días, este rincón del Parque Grande se ha llenado de diferentes e interesantes propuestas y ha confirmado el acierto que supuso devolver a la vida este escenario durante la época de la pandemia.
Decepcionante miurada de la que solo se lidian tres toros y negativa de la empresa a disponer de un tercer sobrero; los toreros se van de vacío y el público, ofuscado.
Recién llegados de un viaje de tres horas desde Barcelona, Eduardo Castillo y Joel Castro se encuentran un control de alcoholemia en su entrada a Zaragoza. «Estamos buscando sitio para aparcar», indican algo sorprendidos tras soplar en el aparato siguiendo las indicaciones de los agentes. De forma continuada y sin parar. «Sople, sople, sople», le van guiando los agentes.
El Rosario de Cristal, uno de los actos más solemnes de las Fiestas del Pilar, vuelve mañana a las calles de Zaragoza, manteniendo viva una tradición que comenzó en 1889. Este año, coincide con el domingo final de fiestas, por ello, se ha adelantado media hora su horario para no coincidir con los eventos de cierre de las fiestas.
Después de la multitudinaria Ofrenda de flores en honor a la Virgen del Pilar, llega el turno de la Ofrenda de frutos. A partir de las 10.30 horas de este domingo, centenares de personas ataviadas con trajes típicos de sus comunidades de origen, recorrerán las calles del centro de la capital aragonesa.
Antes de que rayara el alba, cientos de zaragozanos ya habían tomado las calles de la capital aragonesa. Ataviados con sus trajes regionales, empezaban la peregrinación que caracteriza al 12 de octubre. El destino: la plaza del Pilar. Allí, la Virgen del Pilar esperaba a los oferentes. Como el vigía de las galeras que hace quinientos años avistó los primeros rastros de tierra, la Virgen divisaba a los baturros más madrugadores.