A diferencia de otros países europeos, el modelo de financiación de carreteras vigente en España se sustenta gracias a los contribuyentes y no a los usuarios que utilizan las carreteras. Los Presupuestos Generales del Estado correspondientes a 2023 reservaron una partida de 1.548 millones de euros, gestionada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, para la conservación y explotación de las vías. Es decir, el 90% de la red de alta capacidad se sufraga con cargo a las cuentas generales y suponen 32 euros por habitante al año, pero no es suficiente.

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