«Será como tener tu propio C3PO» así ha presentado Elon Musk a su compañía de robots humanoides durante el evento «We, Robots», prometiendo el futuro de la ciencia ficción en los hogares del mañana. Estas máquinas le han robado el protagonismo al robotaxi de Tesla en un espectáculo digno de ver y que augura un futuro en el que los robots aspiradores o electrodomésticos basados en IA que hoy se pueden encontrar en muchas casas de España, darán paso a estas máquinas capaces de comprender el mundo que les rodea y liberar a los humanos de múltiples tareas, así como hacerles compañía.

La idea de una máquina al servicio de los humanos que les haga compañía y libere de tareas pesadas ha estado en el imaginario colectivo durante décadas gracias a la ciencia ficción. Ya sea por novelas como Yo, Robot de Asimov o series de animación como Los Supersónicos, de Hanna-Barbera, que presentaba a Robotina, una sirvienta mecánica, el mundo lleva esperando los robots domésticos mucho tiempo.

Ya están aquí, al menos, dando sus primeros pasos y dejando boquiabiertos a muchos. Los expertos auguran que serán uno más en la familia, como describieron en Amazon a Astro, un pequeño robot con pantalla, altavoz y ruedas que asiste, vigila y hace compañía. «Nuestra previsión es que en 5 o 10 años estos robots sean totalmente habituales en casa», decían a EL ESPAÑOL – Omicrono desde Amazon hace un año. Este primer concepto se quedará atrás cuando lleguen los humanoides como el Tesla Optimus o sus rivales, desde Atlas de Boston Dynamics, hasta Figure 02 que trabaja en las fábricas de BMW.

Optimus,  limpiando una cocina


Optimus, limpiando una cocina

Tesla

Omicrono

Musk ha reiterado que su robot tendrá un precio inferior a los 20.000 dólares, algo más de 18.000 euros, «probablemente cueste menos que un coche», ha dicho. Su venta a los primeros clientes se ha planteado para dentro de dos años, quizá tarde más en llegar a los hogares, pero mientras la empresa ha sorprendido con las capacidades de su segunda versión, Tesla Optimus Gen 2.

Un Optimus en casa

Optimus (o Tesla Bot, el nombre con el que se conocía antes) es el robot humanoide estrella de Tesla, diseñado para realizar acciones de todo tipo gracias a que funciona con inteligencia artificial: limpiar, jugar, servir bebidas o hacer yoga. No es la primera vez que se ve a un robot hacer estas proezas, pero atrás quedan las primeras demostraciones en directo de Tesla que recibieron numerosas burlas: en 2021, Tesla presentó a un hombre con un traje de robot subido al escenario que se puso a bailar; un año después, se veía a un prototipo rudimentario que caminaba con cautela sobre el escenario por miedo a que se cayera delante de medio mundo.

En el espectáculo que ha dado Tesla esta semana se ha podido ver a un grupo de robots andando y bailando con mayor soltura, hasta interactuando con los invitados. Han servido bebidas, entregado regalos y jugado a piedra, papel o tijera. Actividades simples para cualquier personal, pero de gran complejidad para las máquinas. 

Algunos asistentes afirman que los robots estaban siendo controlados por una persona durante estas pruebas en directo. No hay que olvidar que se trata de prototipos, no productos listos para salir al mercado. Demostraciones como las de Boston Dynamics se llevan a cabo con el control en remoto de operarios o se coreografian las grabaciones previamente por lo que es complicado confirmar el grado de autonomía de estas máquinas

Optimus, el robot humanoide de Tesla, descargando un coche


Optimus, el robot humanoide de Tesla, descargando un coche

Tesla

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No obstante, la clave de estos robots (aún en desarrollo) será la multitarea, lejos de los robots electrodomésticos que desde hace años se encargan en las casas de hacer un solo proceso como puede ser aspirar el polvo del suelo o preparar la comida mediante la orden de sus dueños. 

Sus responsables aspiran a que sea un asistente a tiempo completo en casa, el ayudante que cuide y riegue las plantas mientras el resto de la familia pasa tiempo junta. También podrá ocuparse de recoger la compra y limpiar la casa para que tú puedas relajarte o dedicarte a algo más importante. 

Optimus, el robot humanoide de Tesla


Optimus, el robot humanoide de Tesla

Tesla

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Los robots humanoides o asistenciales no solo realizarán tareas tediosas por las personas, también servirán de compañía, conversando y atendiendo a los miembros de la familia, incluso jugando y enseñando a los más pequeños. Para ello, la inteligencia artificial debe comprender y analizar el mundo que le rodea.

Conseguir todo esto y más llevará tiempo y el desarrollo de la tecnología de estos robots, una combinación de hardware y software. El software basado en inteligencia artificial capaz de analizar las imágenes y sonidos que recibe el robot, llegando a decidir el siguiente paso por su cuenta. Tesla aún no ha indicado que haya alcanzado este nivel. El hardware, por su parte, va integrando mejores cámaras y sensores de presión para agarrar objetos duros o delicados con la debida fuerza.

Así, los Optimus aprenden a colocar una serie de baterías en un movimiento repetitivo que implica la coordinación de todo su cuerpo, incluso el balanceo de sus caderas y piernas. Un avance destacable, frente a los brazos robóticos a los que el mundo ya se ha acostumbrado, es la capacidad de solucionar fallos, por ejemplo, cuando un objeto no queda correctamente colocado donde debería.

Puede que ordenar una serie de pilas no resulte sorprendente, pero quizás doblar una camiseta sí. «Los robots industriales manejan normalmente piezas rígidas (…), pero la ropa tiene infinitas deformaciones, con lo cual siempre coges las prendas en una posición diferente y es mucho más complicado automatizarlo«, explicaba en su día a EL ESPAÑOL-Porfolio Carme Torras, profesora de investigación en el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI, CSIC-UPC) de Barcelona que lidera desde hace cuatro años el proyecto CLOTHILDE que se ha propuesto desarrollar máquinas que vistan a personas con movilidad reducida.

Evolución y entrenamiento

En diciembre del año pasado, Tesla anunción la segunda generación de este robot. La máquina mejoró en aspecto y capacidades. Ahora puede mover el cuello en dos direcciones, como los humanos, y anda un 30% más rápido. También se redujo su peso en 10 kilogramos, la primera generación pesaba 57 kilos.

Optimus, el robot humanoide de Tesla.


Optimus, el robot humanoide de Tesla.

Tesla

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Sin entrar en muchos detalles, la compañía celebraba haber mejorado la mobilidad y sensibilidad de su articulaciones como pies y manos. Las manos tienen ahora hasta 11-DoF, es decir, grados de libertad de movimiento y son capaces de manipular objetos delicados como un huevo.

Con esas mejoras físicas, los robots se entrenan en diferentes ejercicios acompañados de humanos. Es el robot el que manipula los objetos o realiza la tarea, pero es la persona quien controla esos movimientos lentos y repetitivos, equipada con tecnología de realidad aumentada. Esta práctica, por rudimentaria que parezca, es frecuente en los proyectos de robótica, más si se trata de máquinas con forma humana que aspiran a comportarse y moverse de forma similar a las personas.

Hace meses, Tesla mostraba una hilera de empleados y robots que realizan de forma simultánea tareas tan sencillas como colocar objetos en pequeños compartimentos. Uno de los requisitos para optar a este empleo, con un sueldo de 44 euros la hora, es tener una altura entre 1,70 metros y 1,80 metros, ya que Optimus mide 1,72 metros de alto.

Los avances se pueden ver en estas pequeñas demostraciones, pero los tiempos se dilatan. Como es habitual en Elon Musk, los proyectos llevan más tiempo de los que el magnate anuncia en un primero momento. Aunque en un principio su producción se fijó para 2023, con el tiempo el calendario se ha ajustado asegurando que la producción comenzará en 2025 para vender Optimus a otras empresas en 2026.



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