Ya se empiezan a ver por los campos y caminos rurales los primeros remolques cargados de aceitunas recién recogidas. Y aunque es todavía temprano (en muchas regiones faltan unas semanas para empezar a varear), las previsiones son este año más que optimistas. Todo apunta a que la cosecha de aceite de oliva experimentará una recuperación de la producción media en España, tras dos campañas extraordinariamente bajas, diezmadas por culpa de la sequía. Según los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, la cosecha 2024-2025 llegará a las 1.262.300 toneladas, lo que representaría un incremento del 48% con respecto a la temporada anterior, y se situaría un 4% por encima de la media de las seis últimas campañas. Las lluvias que cayeron la pasada primavera, justo cuando los olivos se encontraban en plena floración y los frutos empezaba a cuajar, han sido determinantes para la recuperación.

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