Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) expresan su preocupación por las recientes amenazas de Israel de realizar un ataque significativo contra Irán, el cual podría incluir el uso de misiles balísticos y aviones de combate para destruir infraestructuras clave, tanto en el ámbito energético como en el militar. Ante este escenario, la administración de Biden ha buscado persuadir a los israelíes para que no ataquen los yacimientos de petróleo y gas.
Además, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos han solicitado tanto a Estados Unidos como a Israel que se abstengan de golpear las instalaciones petroleras de Irán, ya que una escalada de ese nivel podría desencadenar una respuesta iraní contra los yacimientos petroleros del Golfo Pérsico. Esta posibilidad ha sido una constante en los últimos cinco años de conflicto entre el eje Irán-Golfo Occidental.
Los saudíes y los países miembros del CCG buscan evitar ataques similares a los perpetrados en 2019 contra las instalaciones de Saudi Aramco en Abqaiq-Khurais mediante drones, los cuales afectaron gravemente la producción de petróleo. Estados Unidos culpó a Irán de esos ataques, aunque Teherán nunca lo reconoció oficialmente. Es posible que dichos ataques fueran ejecutados por representantes iraníes desde Irak, pero Occidente considera que Irán estuvo detrás de los hechos.
En este contexto, los saudíes han buscado convencer a los iraníes de su neutralidad, mientras se desarrollan reuniones diplomáticas de alto nivel. Recientemente, el presidente Masoud Pezeshkian visitó Doha para dialogar con funcionarios del CCG, y las conversaciones continuaron con la reunión del príncipe heredero de Irán, Mohammed bin Salman, con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, el pasado miércoles durante la gira del diplomático por la región del Golfo.
Un nuevo informe de Reuters, publicado el jueves, ofrece más detalles sobre las advertencias emitidas por Irán. Según este medio, el Irán chiíta está instando a los países sunitas del Golfo a utilizar su influencia sobre Washington para prevenir un ataque israelí a las instalaciones petroleras de Irán, en medio de crecientes tensiones. Teherán ha advertido a Arabia Saudita que no podrá garantizar la seguridad de sus instalaciones petroleras si Israel recibe algún tipo de ayuda.
“Durante las reuniones de esta semana, Irán advirtió a Arabia Saudita que no podría garantizar la seguridad de las instalaciones petroleras del reino del Golfo si Israel recibía alguna ayuda para llevar a cabo un ataque”, declaró un alto funcionario iraní a Reuters.
Uno de los factores que pone a los saudíes en una situación delicada es la presencia de bases militares estadounidenses en su territorio, así como activos importantes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Washington ya ha prometido a Israel su apoyo para repeler cualquier posible contraataque con misiles balísticos iraníes, como ocurrió en anteriores enfrentamientos con drones y misiles balísticos.
Una guerra a mayor escala entre Irán e Israel podría forzar a Estados Unidos a presionar a los saudíes y al CCG para que permitan que los aviones de combate estadounidenses, ubicados en bases del Golfo, ataquen a Irán. Según Reuters, Irán ha lanzado una clara advertencia de que habrá guerra si Riad colabora con Israel.
Ali Shihabi, analista cercano a la corte real saudí, afirmó que los iraníes han advertido que permitir que Israel utilice el espacio aéreo del Golfo para un ataque sería considerado un acto de guerra. Teherán ha enviado un mensaje directo a Riad, advirtiendo que sus aliados en Irak y Yemen podrían responder si se presta apoyo regional a Israel.
Grupos como los hutíes chiítas de Yemen y las milicias paramilitares iraquíes han demostrado en diversas ocasiones su capacidad de atacar instalaciones petroleras saudíes mediante drones o misiles. Los saudíes, por su parte, parecen estar tomando medidas para evitar quedar atrapados en este conflicto.
Para mitigar los riesgos, los países del Golfo, incluidos Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, han prohibido que Israel use su espacio aéreo para cualquier ataque contra Irán, y han comunicado esta postura a Washington. Esto, según tres fuentes cercanas a los gobiernos de la región, refleja la voluntad de no involucrarse en un conflicto directo.
A lo largo de los últimos dos años, tanto Irán como Arabia Saudita han avanzado en sus relaciones diplomáticas, mientras que Riad ha enfriado su proceso de normalización con Israel, especialmente tras los últimos conflictos en Gaza.
En cuanto al riesgo para el petróleo, cabe recordar que el ataque de 2019 contra las instalaciones de Saudi Aramco afectó más del 5% de la producción global de petróleo. Si Israel golpea la producción petrolera iraní, la OPEP tiene capacidad para compensar la pérdida, pero si los yacimientos en Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos son atacados, las repercusiones serían mucho mayores.
No obstante, Riad sigue intentando asegurar a Teherán que los países del Golfo no permitirán que Israel utilice su espacio aéreo ni sus misiles para atacar instalaciones petroleras, según fuentes del Golfo consultadas por Reuters.