El 11 de octubre fue botado el submarino Yakutsk, el último de los seis sumergibles del Proyecto 636.3 que la Armada rusa incorporó a su Flota del Pacífico. El Yakutsk es parte de la clase Varshavyanka, a la cual ya pertenecen los submarinos Petropavlovsk-KamchatskyVolkhovMagadanUfa y Mozhaisk, todos fabricados en los Astilleros del Almirantazgo JSC.

El Yakutsk es un submarino de ataque con propulsión diésel-eléctrica, distinguido por su avanzado sigilo. Este sumergible de la clase Varshavyanka, con un desplazamiento bajo el agua que ronda las 4.000 toneladas y una longitud de 74 metros [242 pies], puede operar hasta a 300 metros [984 pies] de profundidad, alcanzando una velocidad de hasta 20 nudos [23 mph] mientras navega sumergido.

Equipado con dos motores diésel y uno eléctrico, el Yakutsk tiene una autonomía operativa de 7.500 millas náuticas. Una de sus características más notables es su extremadamente baja firma acústica, que le ha valido el apodo de “agujero negro”, en alusión a su habilidad para evitar ser detectado por sistemas de sonar.

El armamento del Yakutsk incluye seis tubos lanzatorpedos de 533 mm, capaces de disparar tanto torpedos como misiles de crucero Kalibr, lo que le proporciona capacidad tanto para combatir buques como para realizar ataques terrestres. Los sistemas de sonar y navegación de última generación permiten a este submarino ejecutar con precisión tanto misiones ofensivas como defensivas.

Diseñado para cumplir con una variedad de misiones, el Yakutsk está capacitado para llevar a cabo operaciones antisubmarinas, actividades de inteligencia y reconocimiento. Además, su capacidad de permanecer sumergido por largos periodos lo convierte en un componente fundamental para la defensa costera y la disuasión estratégica de la Armada rusa.

El Yakutsk enfrenta pruebas antes de unirse a la Armada rusa

El submarino ruso Yakutsk se une a la Flota del Pacífico

Luego del reciente lanzamiento del submarino Yakutsk, parte del Proyecto 636.3 de la clase Varshavyanka en Rusia, aún restan diversas pruebas y ensayos rigurosos antes de su incorporación oficial en la Armada rusa.

El submarino será sometido a una serie de evaluaciones en el mar, donde se analizarán sus sistemas de propulsión, su firma acústica y su rendimiento en distintas condiciones operativas. Los ingenieros verificarán su capacidad para operar en modo silencioso, una característica esencial de los submarinos de la clase Varshavyanka, además de evaluar sus sistemas de navegación, sonar y combate. Estas pruebas asegurarán que el Yakutsk cumple con las especificaciones técnicas y está preparado para cumplir eficazmente sus misiones asignadas, como la guerra antisubmarina y la recolección de información.

Tras las pruebas de mar, el Yakutsk participará en ejercicios con fuego real, en los cuales se verificarán los sistemas de armas, incluidos sus torpedos y misiles de crucero Kalibr. Durante este proceso, la tripulación recibirá entrenamiento y será evaluada en preparación operativa, procedimientos de emergencia y ejecución de misiones, asegurando la plena integración del submarino en el servicio activo.

Cuando estas pruebas y evaluaciones se completen con éxito, el Yakutsk se unirá oficialmente a la Flota del Pacífico de la Armada rusa, fortaleciendo la presencia naval de Rusia en la región y sus capacidades estratégicas.

Una vez operativo, el Yakutsk estará capacitado para llevar a cabo una amplia variedad de misiones, aumentando significativamente el poder naval y la flexibilidad estratégica de Rusia. Como parte del Proyecto 636.3 de la clase Varshavyanka, su principal tarea será la guerra antisubmarina y antibuque, apoyada por sus sistemas avanzados de sonar y armamento, entre los que destacan seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y misiles de crucero Kalibr.

Yakutsk: un submarino avanzado para múltiples misiones estratégicas

El submarino ruso Yakutsk se une a la Flota del Pacífico

Las armas instaladas en el Yakutsk le permiten realizar ataques contra submarinos enemigos, buques de superficie y, en ocasiones, objetivos terrestres a gran distancia. Gracias a sus capacidades de sigilo, este submarino presenta dificultades para ser detectado, lo que facilita su operación encubierta en aguas disputadas. Esta ventaja es crucial para llevar a cabo actividades de recopilación de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

Diseñado para cumplir funciones que van más allá de las operaciones de combate, el Yakutsk tiene la capacidad de patrullar áreas marítimas críticas y resguardar rutas marítimas esenciales. Su habilidad para permanecer sumergido durante períodos prolongados le permite realizar patrullas de largo alcance, incluso en el Pacífico, donde se espera que apoye los esfuerzos de Rusia por mantener su influencia y monitorear las actividades de la OTAN y la Marina de los Estados Unidos.

La versatilidad del submarino también le confiere la capacidad de participar en operaciones especiales, lo que incluye el apoyo a misiones encubiertas o el despliegue de drones submarinos para tareas de inteligencia y vigilancia. La combinación de su potencia de fuego, sigilo y amplio alcance operativo asegura que el Yakutsk será un elemento clave en la estrategia naval contemporánea de Rusia.

Las clases Kilo y Varshavyanka de submarinos están estrechamente vinculadas, siendo esta última una versión optimizada de la primera. Originalmente desarrollado por la Unión Soviética en la década de 1980, el submarino de clase Kilo [Proyecto 877] se diseñó como un submarino diésel-eléctrico confiable para la guerra antisubmarina y antisuperficie.

El submarino ruso Yakutsk se une a la Flota del Pacífico

Con el tiempo, Rusia mejoró el diseño del Kilo, dando origen a la clase Varshavyanka [Proyecto 636], que ofrece un funcionamiento más silencioso y tecnología más avanzada, adecuada para los desafíos de la guerra naval moderna.

Conocida como el “Kilo mejorado”, la clase Varshavyanka cuenta con sistemas de sonar, navegación y armamento superiores, incluyendo la capacidad para lanzar misiles de crucero Kalibr, lo que le proporciona un mayor alcance en combate.

Estos submarinos, famosos por su sigilo, son notablemente difíciles de detectar, motivo por el cual la OTAN los ha apodado “agujeros negros”. Ambas clases han sido ampliamente exportadas, y países como ChinaIndia y Argelia han adquirido estos submarinos, lo que convierte a la línea Kilo-Varshavyanka en una de las exportaciones navales más exitosas de Rusia.



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