La Fiscalía reclama una condena de 10 años de cárcel para un joven acusado de violar en Calvià (Mallorca) a una chica a la que había conocido a través de la aplicación Tinder. La mujer sostiene que el sospechoso no aceptó que quisiera poner fin a la relación sexual que mantenían. «Le dije que parara pero no me hizo caso. Me tenía sujeta. Me bloqueé y no encontré la manera de salir de esa situación», afirmó este jueves durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. El procesado, que está en prisión preventiva tras ser capturado en Argentina al fugarse durante la investigación judicial, negó las acusaciones y aseguró que la denunciante «en ningún momento» le indicó que no quería seguir manteniendo relaciones. Su abogado pidió la absolución.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 18 de junio de 2021 en Santa Ponça. Era el último día en la isla de un grupo de jóvenes turistas españolas que celebraban en la isla su viaje de fin de carrera. Aquella noche contactaron a través de Tinder con el acusado y se citaron en la playa, tras lo todos fueron al apartamento donde ellas estaban alojadas. La víctima, de 24 años, explicó que, tras pasar un rato con el acusado en el salón, los dos se fueron solos a una de las habitaciones y empezaron a mantener relacione sexuales consentidas. La joven sostiene que empezó a sentirse incómoda por la brusquedad del hombre, argentino de 28 años, y no quiso continuar. Así se lo hizo saber al joven, que no le hizo caso. «Le pedí que parara y no paró. No me dijo nada, no paró. Me bloqueé y no encontré la manera de salir de esa situación aunque yo quisiera. Me tenía sujeta, pillada por abajo. Estaba llorando y él me vio», sostuvo la joven a través de videoconferencia.
La chica respondió en varias ocasiones que no recordaba determinados detalles sobre lo ocurrido, pero se mostró firme en su acusación. «Lo que tengo claro es que aunque le dije que parase, no paró», sentenció.
Dos amigas de la víctima contaron que cuando el acusado se marchó del apartamento ella les contó lo ocurrido. «Ella lloraba, estaba como en shock. Me dijo que los chicos no entienden el no», explicaron las testigos.
Fugado
Dos agentes de la Guardia Civil explicaron que la víctima denunció ese mismo día tras ser atendida en Son Espases y que las gestiones para localizar al sospechoso no culminaron hasta tres meses después. Fue arrestado en Son Sant Joan, cuando iba a marcharse de Mallorca. Quedó libre y cuando la Audiencia Provincial quiso comunicarle la fecha del juicio no dio con él, por lo que fue puesto en busca y captura. Interpol dio con él en Argentina el pasado mes de marzo y fue extraditado a España. Desde entonces permanece en prisión provisional.
Hoy, en el juicio, el acusado negó todos los cargos. «En ningún momento me dijo que parara», repitió para rebatir el testimonio de la chica. Sobre su marcha a Argentina, explicó que cuando tres meses después de su arresto le devolvieron el pasaporte, en el juzgado le comunicaron que tenía prohibido permanecer en España. En la causa judicial no hay ningún documento que acredite esta circunstancia, reconoció su abogado.
La fiscal reclamó para él una condena de 10 años de prisión por un delito de agresión sexual y 18.000 euros de indemnización para la víctima.