En los videojuegos competitivos como ‘Valorant’ o ‘League of Legends’, entre muchos otros, hace falta jugar en equipo para acercarse a la ansiada victoria. Aun así, la dificultad del juego escala de nivel si algún jugador es una mujer. “Cuando escuchan tu voz y descubren que no eres un hombre acostumbran a pasar dos cosas: o te sabotean o te persiguen”, explica Clàudia Domènech, usuaria de los videojuegos ‘on line’. “En una partida de ‘Valorant’ –explica–, se dieron cuenta de que era mujer y me empezaron a acosar y a reírse de mí.” En este contexto discriminatorio, también abudan comentario del corte “vete a la cocina a fregar platos” o “¿no te tocaba poner una lavadora?”. Lejos de avanzar tras años de denuncias, los testimonios de las jugadoras conforman una gran prueba de cargo de que el sexismo en el sector persiste. 

Fuente