Jean-Pierre Lacroix, líder de las fuerzas de paz de la ONU, comunicó en una sesión del Consejo de Seguridad que, a inicios de esta semana, se reubicaron temporalmente 300 soldados de las fuerzas de paz en el sur del Líbano a bases de mayor tamaño. “Está previsto el traslado de otros 200”, agregó Lacroix.

Según el jefe de la ONU, se ha reducido en un 25 por ciento la presencia de la FPNUL en las zonas más impactadas. Sin embargo, destacó que el número de efectivos dedicados al mantenimiento de la paz había aumentado anteriormente debido a la escalada de tensiones en la región.

Durante la reunión, Lacroix destacó que “la seguridad y protección de las fuerzas de paz están cada vez más en peligro”, lo que refleja la creciente inestabilidad en la zona.

La mayoría de los miembros presentes manifestaron su condena o preocupación por el ataque de tanques israelíes que impactó una torre de vigilancia de la FPNUL el jueves. En contraste, el embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, argumentó que la comunidad internacional debería enfocar sus esfuerzos en reforzar las instituciones estatales del Líbano. “La solución a esta crisis no es un Líbano más débil, sino un Líbano fuerte y verdaderamente soberano, protegido por una fuerza de seguridad legítima, representada por las Fuerzas Armadas Libanesas”, afirmó Wood.

Danny Danon, embajador de Israel ante la ONU, instó al consejo a garantizar la implementación de la resolución 1701, que demanda el retiro de las unidades armadas de Hezbolá del sur del Líbano. Además, subrayó la importancia de la resolución 1559, adoptada en 2004, que llama a la disolución y desarme de todas las milicias, tanto libanesas como no libanesas. “Estamos cumpliendo con nuestras obligaciones para garantizar esto, y el consejo debe apoyarnos en nuestros esfuerzos”, indicó.

Lacroix sostuvo que es responsabilidad del Líbano y de Israel asegurar el cumplimiento de la resolución 1701. “La FPNUL tiene el mandato de apoyar la implementación de la resolución 1701, pero debemos insistir en que son las propias partes las que deben aplicar las disposiciones de esta resolución”, afirmó ante el Consejo de Seguridad.

Andrea Tenenti, portavoz de la FPNUL, reafirmó que los Cascos Azules continuarían en la región a pesar del riesgo de quedar atrapados en el fuego cruzado. “Estamos allí porque el Consejo de Seguridad (de la ONU) nos lo ha pedido. Por eso nos quedaremos hasta que la situación nos haga imposible actuar”, añadió Tenenti.

Nicolas de Riviere, embajador de Francia ante la ONU, declaró ante el Consejo que uno de los objetivos de la conferencia que Francia tiene planeada sobre el Líbano el 24 de octubre es garantizar la soberanía del país. “Queremos un mayor apoyo a las instituciones libanesas, en particular a las Fuerzas Armadas Libanesas”, afirmó, y luego comentó a los periodistas: “Necesitamos que las Fuerzas Armadas Libanesas se desplieguen en el sur y hagan el trabajo… Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que las Fuerzas Armadas Libanesas estén debidamente equipadas y entrenadas”.

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