La construcción de los submarinos S-80 es uno de los programas más ambiciosos de la industria militar española, de los más vitales para la defensa naval de España, y de los que más quebraderos de cabeza dan al Ministerio de Defensa y a la Armada.
La Armada presumió en un vídeo lanzado hace unos días del S-81 ‘Isaac Peral’, el primero de la serie de cuatro sumergibles cuya construcción está encargada a Navantia.
En paralelo, la ministra Margarita Robles no duda en expresar públicamente su preocupación por los sucesivos retrasos en los plazos de construcción y entrega de los nuevos submarinos, y en visitas frecuentes a los astilleros de Cartagena presiona a Navantia para que acelere el programa.
La baja del S-74 ‘Tramontana’ a principios de este año dejó a la Flotilla de Submarinos con una única unidad en servicio, el S-71 ‘Galerna’. Al nuevo S-81 aún le quedan meses de pruebas hasta que alcance la plena operatividad.
En ese contexto, un capitán de fragata (el equivalente a coronel) ha publicado en Estados Unidos un artículo en el que analiza cuántos submarinos necesita la Armada española. La cifra que cree que sería adecuada está muy lejos de la situación actual del Arma Submarina, y también de los planes de la Armada para los próximos años.
“La Armada necesita más submarinos”
El capitán de fragata Augusto Conte de los Ríos ocupa actualmente el puesto de jefe de Integración y Reclutamiento de la Armada en Cartagena. Es miembro de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval de la Universidad de Murcia con la Armada, y dirige en la Universidad Politécnica de Cartagena los cursos de verano sobre ‘Diseño de submarinos’. Antes fue subdirector de la Escuela de Submarinos, también en Cartagena.
Este oficial de la Armada escribió un artículo titulado ‘La Armada española necesita más submarinos’. Se ha publicado en el número del mes de octubre de ‘Proceedings’, la revista mensual del US Naval Institute.
Este es un foro de pensamiento independiente, con sede en Annapolis (Estados Unidos). No tiene dependencia ninguna de la Marina de los Estados Unidos, si bien sus miembros son en su mayoría militares en activo y retirados de la US Navy, del Cuerpo de Marines y de la Guardia Costera.
Un solo submarino para 8.000 millas de costa
El capitán de fragata Conte parte en su artículo de dos datos. Por un lado, destaca que “España tiene más de 8.000 millas de costa en el mar Mediterráneo al este y el Atlántico al norte y al oeste. Geopolíticamente, estas costas son estratégicas, ya que el estrecho de Gibraltar separa Europa de África y divide el Atlántico y el Mediterráneo”.
Por todo lado, “la Armada española solo tiene un submarino de la clase Agosta, el ‘Galerna’, actualmente en servicio, y puso en servicio el primero de los cuatro submarinos de la clase S-80 previstos, el ‘Isaac Peral’, en 2023 después de varios años de retrasos en el programa S-80”.
La confluencia de ambos factores le lleva a una conclusión: “La situación geoestratégica de España y los acontecimientos actuales en todo el mundo exigen más submarinos”.
Eje Baleares-Gibraltar-Canarias
Este experto en submarinos apunta que el número de submarinos que España necesita depende de variables como el tiempo entre revisiones o mantenimientos y “la frecuencia y duración de las patrullas, que depende de la autonomía, tanto en términos de combustible como de suministros”.
También considera las áreas de acción de los submarinos. “Para cubrir todas las aguas españolas en las zonas económicas exclusivas del eje Baleares-Gibraltar-Canarias y los despliegues en el Mediterráneo oriental y el mar Rojo”, estos últimos normalmente en agrupaciones navales de la OTAN o en misiones de la Unión Europa, “se necesitarían hasta tres submarinos en servicio”.
En su análisis sobre la situación de la Flotilla de Submarinos, el capitán de fragata Augusto Conte cita el Plan General de la Armada Española de 1977 y el Plan Altamar de 1990 (planes de modernización de la Armada a largo plazo), que “dieron como resultado una Armada Española capaz y equilibrada durante la Guerra Fría que incluía ocho submarinos”.
Se trataba de los cuatro submarinos de la clase Daphné S-60 (S-61 ‘Delfín’, S-62 ‘Tonina’, S-63 ‘Marsopa’ y S-64 ‘Narval’), y de otros cuatro de la clase Agosta S-70 (S-71 ‘Galerna’, S-72 ‘Siroco’, S-73 ‘Mistral’ y S-74 ‘Tramontana’).
Los S-60 fueron dados de baja del servicio entre 2003 y 2006, y salvo el S-71 ‘Galerna’, los otros tres S-70 dejaron de navegar en 2012, 2020 y 2024.
“España ha dado un paso atrás”
El lamento de este oficial de la Armada es que, desde entonces, España ha ido perdiendo submarinos, mientras por ejemplo “su vecino del Estrecho y aliado ruso”, Argelia, ha aumentado de forma importante el número de sumergibles.
Frente a Argelia, “España ha dado un paso atrás”, al haber quedado reducida su potencia submarina a un único submarino plenamente operativo, el ‘Galerna’, con otro que se esperaba que llegue a esa situación en 2025, el S-81 ‘Isaac Peral’.
“Estas cifras, la actual inseguridad mundial, las áreas a cubrir, el alcance de los submarinos y los largos períodos de mantenimiento hablan de la necesidad de una flotilla submarina española de ocho unidades”, propone el capitán fragata Conte.
Ocho, frente a los cuatro previstos
Como ya se ha indicado, la Armada prevé incorporar en los próximos años también el S-82 ‘Narciso Monturiol’, el S-83 ‘Cosme García’ y el S-84 ‘Mateo García de los Reyes’.
Los plazos previstos de entrega se han retrasado en varias ocasiones, y según el diario regional murciano La Verdad se han vuelto a aplazar un año: a 2026, 2028 y 2029.
Por tanto, el plan es que la Armada disponga de cuatro submarinos de la clase S-80, y que mientras tanto ya por fin sea dado de baja el S-71 ‘Galerna’, cuya vida operativa se ha extendido mientras entran en servicio los nuevos submarinos.
El autor del artículo indica por ello que “España pronto tendrá cuatro nuevas unidades de la clase S-80, que le permitirán controlar parcialmente el Estrecho de Gibraltar y proporcionarán disuasión mediante su capacidad de ataque terrestre”.
Pero a su juicio la Armada “necesita más”. Concretamente, “se necesitan ocho: cuatro de clase S-80 y otros cuatro de una clase mejorada de tamaño similar o vehículos submarinos no tripulados extra grandes”.
Tres submarinos siempre en servicio
El capitán de fragata explica que el plan de mantenimiento de los submarinos S-70 está basado en la doctrina francesa, dado que nuestros buques fueron construidos con proyectos franceses y obedecen al criterio ‘12-5-3’: 12 semanas en situación de operatividad, 5 semanas en período de mantenimiento y una varada cada 3 períodos de mantenimiento, lo que prolonga la inmovilización a 7-8 semanas.
Hay que tener también en cuenta que cada cinco años se realiza una gran carena en cada submarino. La gran carena supone el desmontaje, recorrido, reparación y rehabilitación de todos los equipos y componentes del interior del buque, así como de toda la superestructura, tanques, tubos lanzatorpedos, timones… y de todo aquello que no vaya soldado al casco resistente y que no pueden llevarse a cabo durante los períodos de mantenimiento.
“Este plan deja una operatividad del submarino entre un 50 y 60%”, detalla Augusto Conte.
Con estos condicionantes, el experto concluye que “para tener tres submarinos en servicio, uno a cada lado del Estrecho de Gibraltar y un tercero en operaciones de mantenimiento de la paz”, España necesitaría más de seis submarinos.
La cifra de ocho surge de los cálculos con los tiempos de mantenimiento de los viejos submarinos S-70: este oficial apunta que los plazos de mantenimiento de los S-80 son distintos, con tiempos operativos más largos, pero períodos de mantenimiento también más largos.
De los S-90 a los S-100 nucleares
El programa de construcción de submarinos S-80 sólo contempla cuatro sumergibles, que son los que están encargados a Navantia.
Pero ya en 2020 el jefe de la sección de Submarinos de la División de Logística del Estado Mayor de la Armada sugirió la opción de que se pudiera ampliar el pedido de submarinos S-80, si en el futuro hubiera una mayor disponibilidad presupuestaria.
Más recientemente, en febrero de 2024, el almirante jefe de Apoyo Logístico de la Armada sugirió la posibilidad de encargar un quinto e incluso un sexto S-80.
Los planes del Estado Mayor de la Armada a largo plazo ya contemplan también una próxima generación de submarinos, los S-90. Incluso un vicealmirante retirado ha planteado en la Revista General de Marina, que edita la Armada, una hipotética clase S-100 de submarinos de propulsión nuclear.