Los restos de uno de los drones furtivos S-70 Okhotnik más recientes de Rusia han sido capturados por las fuerzas ucranianas, lo que representa una posible ventaja en inteligencia para Ucrania y sus aliados. Este hecho se produjo tras la interceptación de un caza ruso que derribó el dron en el territorio ucraniano el 5 de octubre.
Videos que circulan en las redes sociales documentan el momento en que un caza ruso, que probablemente se identifica como un Su-57 Felon, derriba al S-70 Okhotnik (Hunter-B) en el área al norte de Donetsk mediante un misil aire-aire de corto alcance. Otras grabaciones muestran el avión de ala volante cayendo en espiral hacia el suelo, donde las fuerzas ucranianas recuperaron los restos.
Interesting development with the downed in a friendly fire incident Russian aircraft this morning on the Donetsk front. With more videos of the wreckage and the moment of the crash now available, the consensus is that it was a Russian Sukhoi S-70 Okhotnik-B stealth heavy unmanned… https://t.co/iG5vdbCb73 pic.twitter.com/I71FvcwkzS
— Special Kherson Cat 🐈🇺🇦 (@bayraktar_1love) October 5, 2024
Aunque una gran parte del dron resultó destruida, el ala exterior del S-70 se encontró prácticamente intacta. El motor, aunque aplastado por el impacto, también se hallaba en su mayoría en una sola pieza. Entre los restos recuperados, se identificaron fragmentos de una bomba planeadora rusa.
Un exfuncionario del Pentágono indicó a la revista Air & Space Forces que los restos podrían ofrecer una “gran perspectiva” sobre el estado de los drones rusos y la tecnología de sigilo, dado que se presume que el S-70 aún no ha entrado en producción en serie. Tras examinar las imágenes de los restos, el exfuncionario destacó que el dron “no nos muestra obviamente” ninguna tecnología avanzada de baja observabilidad, subrayando que se requerirá un análisis de laboratorio para evaluar los materiales empleados en su fabricación.
Restos de dron ruso podrían revelar tecnología de aeronave no tripulada
Se ha planteado la posibilidad de que los restos del dron derribado puedan confirmar si alguna tecnología, recuperada tras el incidente del avión no tripulado RQ-170 de la Fuerza Aérea estadounidense que se estrelló en Irán en 2011, fue objeto de ingeniería inversa por parte de Irán y/o Rusia, países que han colaborado en proyectos relacionados con aeronaves no tripuladas. Desde el inicio de la campaña en Ucrania, Irán ha estado suministrando drones a Rusia para llevar a cabo misiones de reconocimiento y ataque.
La razón por la cual Rusia derribó el dron aún no está clara. Sin embargo, se considera posible que los operadores del dron hayan perdido el control de la aeronave durante una prueba realizada en territorio ruso. Otra opción es que el dron estuviera llevando a cabo una prueba operativa en vivo para evaluar su desempeño frente a las defensas aéreas ucranianas.
En varias ocasiones, el Su-57 y el S-70 han sido observados volando juntos. El Ministerio de Defensa ruso había divulgado anteriormente imágenes de esta pareja en vuelo, afirmando que podían formar un equipo de defensa aérea y ataque, combinando capacidades tripuladas y no tripuladas. Funcionarios rusos también han declarado que el Okhotnik puede “extender” el alcance del radar del Su-57.
A pesar de esto, un ex alto funcionario de la Fuerza Aérea ha afirmado que el S-70 claramente “no estaba escoltando” al Su-57 y que no estaban realizando una misión como equipo de aeronaves tripuladas y no tripuladas. Este exfuncionario también descartó la posibilidad de que el S-70 estuviera evaluando las mismas capacidades que se prevén para el nuevo programa de aeronaves de combate colaborativo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Análisis de incidente con dron ruso revela aspectos del programa UCAV
“No diría en absoluto que se trató de un ‘CCA’… es más probable que se tratara de un UCAV [vehículo aéreo de combate no tripulado] que perdió el control y los rusos enviaron un Su-57 para derribarlo”, afirmó un analista aeroespacial militar.
Este experto, que está familiarizado con el programa de drones de Rusia, señaló: “China está buscando el CCA, eso lo sabemos. Rusia, no tanto”.
El S-70 es un dron de gran tamaño, con una envergadura que alcanza los 65 pies. Su desarrollo se ha llevado a cabo durante los últimos 12 a 14 años, y ha pasado por pruebas de vuelo desde 2019 hasta 2023. Se ha especulado que la producción en serie limitada podría iniciarse en la segunda mitad del año calendario 2024. Por lo tanto, existe la posibilidad de que la misión realizada por el dron fuese una prueba de desarrollo o una operación previa al inicio de la producción.
El exfuncionario del Pentágono expresó su sorpresa al considerar que los rusos expusieron sus Su-57 a las defensas aéreas de Ucrania, ya que Rusia posee únicamente alrededor de 30 aviones Felon. De esta cifra, aproximadamente una docena está destinada a pruebas, mientras que el resto se encuentra en estado operativo. “Deben haber tenido una buena razón”, comentó.
Aunque poco probable, también se contempla la posibilidad de que todo el incidente haya sido una puesta en escena. En este escenario, Rusia podría haber intencionalmente puesto un fuselaje obsoleto o engañoso en manos occidentales para que las defensas aéreas ucranianas y de la OTAN desperdicien esfuerzos buscando un dron que “no llega”, sugirió el exfuncionario.