El 28.º Escuadrón de Bombarderos de la Base Aérea Ellsworth, ubicada en Dakota del Sur, junto con el 319.º Escuadrón de Reconocimiento, logró completar el primer reabastecimiento en caliente de un bombardero B-1B Lancer en tres décadas, el 1 de octubre de 2024, en la Base de la Fuerza Aérea Grand Forks, Dakota del Norte. Anteriormente, Grand Forks sirvió como base de operaciones para los B-1B hasta que la flota fue trasladada en 1994.
Este evento permitió poner a prueba las capacidades de la base, así como la adaptación de sus aviadores, ante la posible reubicación temporal de la flota de B-1B Lancer de Ellsworth hacia Grand Forks. Según el comunicado del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea (AFGSC), esta medida responde a un proyecto de construcción de pistas en Ellsworth, con el propósito de preparar la base para la llegada del futuro B-21 Raider, que tendrá a Ellsworth como su primera base operativa.
Las maniobras de reabastecimiento en caliente están volviéndose cada vez más comunes dentro de las Fuerzas Aéreas de EE. UU. y se llevan a cabo, frecuentemente, en el marco de las Operaciones de Empleo de Combate Ágil (ACE, por sus siglas en inglés). Este tipo de reabastecimiento permite que los aviones repongan combustible sin necesidad de apagar sus motores, lo que agiliza la preparación operativa y minimiza el tiempo necesario para volver al combate.
El comunicado oficial señaló que el simulacro de reabastecimiento en caliente cumplió con los objetivos técnico-logísticos, administrativos y táctico-operacionales establecidos. Entre ellos se encuentran la familiarización con el proceso, la evaluación de la infraestructura de la base para alojar temporalmente al B-1B, la coordinación entre los equipos de Ellsworth y Grand Forks, y la garantía de que la flota B-1B se mantenga operativa desde diferentes bases para llevar a cabo misiones de ataque.
Este ejercicio se desarrolló en paralelo con el Raider Reach, el primer simulacro de gran escala de la Base Aérea Ellsworth en más de diez años, que se llevó a cabo a finales de septiembre de 2024. Durante la segunda fase de este ejercicio, los B-1B Lancer del 28th Bomb Wing realizaron prácticas diarias de misiones de ataque global de largo alcance.
Prueban reabastecimiento de B-1B Lancer en Grand Forks tras 30 años
El problema que se menciona surge 30 años después de que el último B-1B Lancer abandonara la Base Aérea Grand Forks en 1994. A pesar del tiempo transcurrido, gran parte de la infraestructura necesaria para operar estos bombarderos, como la longitud de la pista, la capacidad de almacenamiento de municiones y el equipo de reabastecimiento, sigue estando disponible. Sin embargo, tanto el 29.º Escuadrón de Bombarderos (BW) como el 319.º Escuadrón de Reconocimiento (RS) debían demostrar que podían operar los B-1B fuera de sus bases de origen.
“La capacidad de realizar este simulacro en una ubicación distinta confirma que podemos operar al 100 % sin importar dónde estemos”, afirmó en el comunicado el sargento Jacob Szatkowski, jefe de tripulación del 37.º Escuadrón de Generación de Bombarderos. Antes de este ejercicio, los aviadores viajaron a Grand Forks para “probar el equipo y fortalecer las relaciones entre ambas alas, con miras a posibles colaboraciones futuras”. Ante la posibilidad de que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) confirme el plan de trasladar temporalmente la flota de bombarderos desde Ellsworth a Grand Forks, era imperativo demostrar que los equipos de Ellsworth y Grand Forks pudieran trabajar juntos en operaciones de reabastecimiento.
Imágenes publicadas por las autoridades muestran un B-1B Lancer del 28.º Escuadrón de Bombarderos aterrizando en la Base Aérea Grand Forks. Tras el aterrizaje, el sargento Szatkowski fue visto conectando una línea de combustible al bombardero, mientras que un camión de reabastecimiento se encontraba junto a la aeronave, probablemente en un área específica de la plataforma.
Los subtítulos en las imágenes describen al B-1B Lancer como la “columna vertebral de la fuerza de ataque de precisión global de los Estados Unidos”, capaz de operar “en cualquier condición climática y entorno”. Además, se destacó que los B-1B Lancer transportan la mayor carga útil de armas guiadas y no guiadas dentro del inventario de la Fuerza Aérea.
Coordinarán operaciones del B-1B Lancer en Grand Forks para 2025
Szatkowski destacó que la coordinación con el 319.º Ala de Reconocimiento incluye la “familiarización con la pista y el aeródromo, así como la logística para el movimiento de aeronaves”. La integración y el conocimiento mutuo entre las tripulaciones de Ellsworth y Grand Forks ha permitido “romper el hielo” y sentar las bases para futuras colaboraciones en los próximos meses.
El exitoso reabastecimiento en caliente dejó claro que los aviadores están preparados para mantener la flota de bombarderos “lista para atacar en cualquier momento y lugar”, incluso operando desde ubicaciones temporales. El teniente coronel Nathaniel Butler, director del Commander Action Group, expresó su satisfacción al ver que el bombardero aterrizó en Grand Forks sin problemas. “Todo funcionó como esperábamos. Siempre es alentador comprobar que el avión opera exactamente como necesitamos, y el hecho de que esta base esté equipada para respaldar nuestras operaciones es una ventaja a nuestro favor”, afirmó Butler.
El 28.º Escuadrón de Bombarderos reafirmó su compromiso de continuar liderando el futuro de las misiones de ataque de largo alcance, mientras que en la Base Aérea Ellsworth prosigue la construcción para albergar al próximo B-21 Raider. Asimismo, se mantendrá la plena preparación de la flota B-1B para cualquier misión que se le asigne.
The Aviationist había informado que, después de 30 años, la Base Aérea Grand Forks podría recibir nuevamente al B-1B Lancer, tras haber sido su hogar hasta 1994. Desde entonces, el antiguo 319.º Ala de Bombarderos pasó a asumir un rol de reabastecimiento de combustible y, posteriormente, de reconocimiento, lo que implicó un cambio en su designación.
Aunque el plan temporal para trasladar la flota de B-1B a Grand Forks, programado para comenzar en febrero de 2025 y durar aproximadamente diez meses, aún no es definitivo, así lo indicaron funcionarios del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea y de la Base Aérea Grand Forks a Air and Space Forces.
Reubicación del B-1B a Grand Forks depende de revisión ambiental
La decisión final sobre el traslado temporal del B-1B Lancer a la Base Aérea Grand Forks dependerá de los resultados de una revisión ambiental en curso, que tiene como objetivo evaluar el impacto de dicha reubicación. Si el plan es aprobado, alrededor de 800 aviadores acompañarían a los bombarderos, brindando el soporte necesario en operaciones y mantenimiento. Además, la base también necesitaría proveer alojamiento, transporte para el personal y posiblemente hangares temporales para el resguardo de los B-1.
Como se ha mencionado, este traslado temporal responde a los trabajos de infraestructura que se están llevando a cabo en la Base Aérea Ellsworth para recibir al futuro B-21 Raider. Sin embargo, dicha decisión es definitiva, ya que Ellsworth fue elegida como la primera base del B-21 Raider tras aprobar una revisión de impacto ambiental en 2021.
Las bases aéreas de Whiteman en Missouri y Dyess en Texas fueron designadas como la segunda y tercera bases para el B-21 Raider por el secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, a mediados de septiembre.