Treinta días después de la última entrega de Su-34 a la Fuerza Aérea de Rusia el pasado 2 de septiembre, la Corporación Aeronáutica Unida (UAC) ha anunciado hoy la entrega de un nuevo lote de estos aviones de combate al ejército ruso. Al igual que en entregas anteriores, la UAC no ha revelado la cantidad exacta de Su-34 en este lote. En el video oficial compartido por la corporación, solo se observan dos aviones, los cuales despegan de la pista de la fábrica.

De acuerdo con la empresa, los Su-34 han superado con éxito todas las pruebas necesarias. “Otro lote de aviones Su-34 ha sido incorporado a las filas de las Fuerzas Aeroespaciales. La puntualidad y consistencia de estas entregas demuestran el excelente trabajo coordinado de la industria aeronáutica, lo que fortalece a las fuerzas armadas rusas. Estoy convencido de que las capacidades mejoradas y ampliadas de nuestros Su-34, equipados con la más extensa gama de armamento, facilitarán el cumplimiento de los objetivos del Distrito Militar del Norte”, comentó Denis Manturov, primer vicepresidente del Gobierno de la Federación de Rusia.

A diferencia de los tanques T-90M, que pueden ser reparados y devueltos al frente tras ser dañados en el campo de batalla, los Su-34 entregados son completamente nuevos y provienen directamente de las líneas de producción. Es un hecho que, aunque en cantidades pequeñas, los modelos Su-30SM2, Su-34, Su-35 y Su-57 continúan siendo fabricados sin interrupciones por el complejo de producción de aviación ruso, pese a la guerra en Ucrania.

La producción de aviones de combate en Rusia, en particular de modelos como el Su-30, Su-35 y Su-34, no parece estar significativamente afectada por las sanciones económicas impuestas por los países occidentales tras la invasión a Ucrania en 2022. Una de las razones principales es que la industria de defensa rusa ha sido históricamente autosuficiente, apoyándose en recursos nacionales. Según el experto Ruslan Pukhov, director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, “a industria militar rusa, desde los tiempos de la Unión Soviética, ha tenido cadenas de producción altamente autónomas, lo que ha minimizado las dependencias externas”. Este enfoque ha permitido que Rusia continúe su programa de producción de aviones de combate sin mayores obstáculos.

Rusia mantiene su producción de aviones a pesar de las sanciones internacionales

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Su-34

Además de contar con capacidad interna de producción, Rusia posee reservas significativas de materiales y componentes estratégicos acumulados antes de la imposición de sanciones. Analistas occidentales, como Michael Kofman del Centro de Análisis Navales (CNA), resaltan que “Rusia preparó reservas de componentes críticos incluso antes de que se impusieran las sanciones, lo que reduce la eficacia de las restricciones económicas en sectores específicos como la defensa”. Esta situación ha permitido que Moscú continúe con la modernización y expansión de sus fuerzas aéreas a pesar de la presión ejercida por la comunidad internacional.

A pesar de esto, expertos occidentales advierten que los efectos a largo plazo de las sanciones podrían volverse evidentes en el futuro, especialmente en áreas tecnológicas como la aviónica y la microelectrónica, que requieren el uso de tecnologías más modernas y especializadas. Según Mark Galeotti, especialista en asuntos militares rusos, “si Rusia no logra desarrollar y adaptar sus propios sustitutos de componentes de alta tecnología, esto limitará su capacidad para producir sistemas más complejos en el futuro”. Sin embargo, a corto plazo, las sanciones no han afectado la producción de aviones de combate, permitiendo que el potencial aéreo de Rusia se mantenga estable.

A pesar de ser uno de los principales bombarderos de primera línea del ejército ruso, el Su-34 no ha logrado captar la atención internacional y no se encuentra en el mercado de exportación. Su diseño específico para satisfacer las necesidades de las fuerzas armadas rusas lo hace demasiado especializado, lo que limita su atractivo para posibles compradores. El experto en aviación Piotr Butowski comenta que “el Su-34 fue diseñado con un papel específico en mente para el ejército ruso: reemplazar al Su-24 en ataques tácticos de largo alcance, lo que limita su aplicabilidad fuera de Rusia”. Los mercados internacionales suelen buscar aviones multifunción que ofrezcan una variedad más amplia de capacidades adaptadas a diversas misiones y escenarios.

Además, el Su-34 es un avión grande y costoso, lo que le hace competir con otras opciones más económicas y flexibles en el mercado internacional. Otros modelos rusos, como el Su-30 y el Su-35, son más atractivos porque proporcionan multifuncionalidad y una mejor relación calidad-precio. Según Richard Connolly, experto en la industria de defensa rusa, “los compradores extranjeros suelen preferir cazas multifunción como el Su-30, que pueden realizar tanto ataques aéreos como patrullas aéreas, lo que los hace más atractivos”. Debido a su peso y menor maniobrabilidad, así como su especialización como bombardero, el Su-34 se presenta como menos competitivo frente a otros aviones de combate multifunción.

Desinterés internacional por el Su-34 debido a problemas logísticos y coste

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Su-34

El desinterés por parte de los mercados internacionales hacia el Su-34 podría estar relacionado también con las dificultades que presentan los aviones rusos en cuanto a apoyo logístico y disponibilidad de piezas de repuesto, lo que complica el mantenimiento de la flota en el largo plazo. Justin Bronk, del Royal United Services Institute (RUSI), indica que “garantizar una cadena de suministro fiable para los aviones rusos puede resultar complicado para los operadores extranjeros, lo que desalienta a los compradores”. Esta situación, unida a su alto coste y su flexibilidad limitada, explica por qué el Su-34 no ha logrado establecerse en el mercado de armamento internacional.

El Su-34 es un cazabombardero multifunción diseñado para realizar ataques tácticos contra objetivos tanto terrestres como navales, además de proporcionar superioridad aérea a media y larga distancia. Desarrollado por la Oficina de Diseño Sukhoi, este modelo entró en servicio en las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) en 2014.

Basado en la plataforma del caza Su-27, el Su-34 presenta un fuselaje más amplio y una cabina biplaza donde los dos pilotos se sientan uno al lado del otro, lo que facilita la interacción durante las largas misiones. Este avión cuenta con dos motores AL-31F-M1, que le permiten alcanzar una velocidad máxima cercana a los 1.900 km/h y un radio de combate que puede llegar hasta 1.100 km cuando lleva una carga de combate completa.

El Su-34: capacidades y limitaciones del cazabombardero ruso

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Su-34

El Su-34 está dotado de un cañón automático GSh-30-1 de 30 mm y cuenta con 12 puntos de anclaje externos que le permiten montar una variedad de armamento, incluyendo misiles aire-aire, aire-tierra, bombas y misiles de largo alcance. Su capacidad de carga máxima de combate alcanza los 8.000 kg, lo que lo convierte en un avión extremadamente eficaz para llevar a cabo misiones de ataque terrestre. Equipado con el sistema de radar “V004”, este cazabombardero puede detectar y atacar objetivos a largas distancias, además de realizar misiones de reconocimiento.

El Su-34 también se caracteriza por contar con avanzados sistemas de guerra electrónica, que le proporcionan la capacidad de contrarrestar diversas amenazas, como los sistemas de misiles tierra-aire y los cazas enemigos. Esta combinación de armamento y tecnología avanzada le otorga un papel destacado en las operaciones aéreas.

Además de su capacidad de combate, el Su-34 se distingue por sus características ergonómicas y su resistencia en misiones prolongadas. La cabina está blindada para proteger a la tripulación de fuego de armas pequeñas y metralla. En comparación con sus predecesores, la comodidad del piloto ha mejorado notablemente, incluyendo disposiciones que permiten el descanso durante operaciones más largas.

Su robusto tren de aterrizaje y su habilidad para despegar y aterrizar en pistas no pavimentadas o temporales le permiten operar con un apoyo logístico reducido, lo que lo hace adecuado para distintos teatros de operaciones militares. Estas características convierten al Su-34 en un componente significativo del arsenal de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas; sin embargo, su perfil especializado limita su atractivo en el mercado internacional.

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