La borrasca Kirk causó más de 600 incidencias en toda Galicia, pero respetó, en cierta medida, a la ciudad de A Coruña. Si bien el día se aventuraba turbulento en las primeras horas, que registraron dos accidentes múltiples en Alfonso Molina, se mantuvo bastante tranquilo en el transcurso de la jornada, en la que la lluvia incluso dio algún respiro a determinadas horas. La alerta naranja se mantuvo hasta final de la tarde, así como el cierre de parques y jardines, instalaciones deportivas al aire libre, playas y cementerios, cuyo acceso permaneció vetado durante todo el día por orden municipal.

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