El padre de Berk ha llegado a los límites más extremos de su despreciable personalidad. Con un objetivo claro, Gokhan ha intentado asesinar a Ayla para quitarse un estorbo de encima.
El empresario entró en la casa de la madre de Berk con la intención de robar el dinero de su hijo, pero ella lo descubrió. Se produjo un fuerte forcejeo en el que la empresaria terminó golpeándose la cabeza.
Ayla había instalado cámaras en su casa y podía acceder a las grabaciones desde su teléfono móvil. Sin embargo, los chicos no lograban adivinar la contraseña para ver lo que había ocurrido esa noche y descubrir quién era el culpable de la situación de su madre.
Gokhan, al enterarse de esta información, logró robar el teléfono móvil de Ayla, que Akif había dejado en una tienda para que lo desbloquearan y así poder acceder a las cámaras de seguridad. Además, el padre de Berk había sobornado a un enfermero para que lo mantuviera informado sobre todos los movimientos dentro del hospital, con el objetivo de deshacerse de Ayla en el momento en que se quedara sola en la habitación.
“Querida Ayla, hemos llegado al final del camino, no puedo volver a la cárcel”. Justo cuando Gokhan estaba a punto de acabar con ella, Aybike y Yasmin llegaron a tiempo para detenerlo.
Las chicas habían hablado con Akif, quien les informó que Gokhan había sido la persona que entró en casa de Ayla para robar y que la había dejado en coma. Aunque el padre de Berk logró escapar, gracias a Aybike y Yasmin… ¡Ayla sigue viva! Las chicas persiguieron a Gokhan en el coche de Berk. ¿Conseguirán atraparlo?
