Las carreteras, colapsadas en una única dirección nos dejan imágenes tan distópicas como estas: ciudades enteras vacías en Florida. Una furgoneta pasea por las calles asegurándose de la evacuación de los vecinos. Avalanchas de conductores repostan y llenan sus depósitos antes de que llegue Milton. En Tampa, las casas y locales están tapiados y los coches atados al suelo. En el hospital han colocado barreras para intentar frenar las inundaciones y hasta los pingüinos del acuario son trasladados. El gobernador de Florida, Ron de Santis ha asegurado que la Guardia Nacional está preparada para la mayor operación de búsqueda y salvamento. En el cielo, los aviones que sobrevuelan cerca sufren los estragos de este huracán de categoría 5.

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