El gobernador del Banco de Eslovenia y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Boštjan Vasle, ha advertido que el mercado no debe dar por garantizada dos bajadas consecutivas de los tipos de interés.

«Incluso si el BCE decide bajar los tipos la semana que viene, eso no significaría automáticamente que se vaya a producir otro recorte en diciembre», ha afirmado en una entrevista concedida a ‘Bloomberg’. No obstante, el esloveno ha reconocido que un recorte en la reunión de este mes es «una opción».

Cabe recordar que el Banco Central Europeo se reunirá el próximo jueves 17 de octubre. De cara a dicho cónclave, el consenso espera una bajada de 25 puntos básicos (pb) del tipo de interés de referencia de Frankfurt. Cabe recordar que el BCE decidió en su última reunión utilizar el tipo aplicable a la facilidad de depósito como guía para orientar la política monetaria de la eurozona. Esta referencia se sitúa en estos momentos en el 3,5%.

El mercado prevé que el BCE baje el tipo aplicable a la facilidad de depósito hasta el 2% a finales de 2025, lo que implicaría seis bajadas de 25 pb más. Algunos, como los analistas de Bank of America, van más allá y esperan que esta referencia se sitúe en el 2% a mediados del año que viene. Además, la firma estadounidense prevé que la facilidad de depósito acabe el año que viene en el 1,5%, dos puntos porcentuales menos que en estos momentos.

No obstante, Vasle ha querido advertir al mercado que no tiene la sartén por el mango. «Los mercados no dictan nuestros movimientos. La cuestión principal es la dinámica de los recortes de tipos», ha subrayado. En un reciente informe, los expertos de ING advierten que un recorte de tipos en octubre es una decisión «mucho más controvertida» de lo que los mercados piensan. «No se puede descartar por completo una sorpresa agresiva», afirman estos analistas.

Asimismo, Vasle ha indicado que, si bien los riesgos de inflación están disminuyendo, sigue habiendo algunos focos de incertidumbre. Estos se encuentran, sobre todo, en el mercado laboral, los precios de los servicios y la geopolítica. De igual modo, Vasle ha indicado que la lectura de inflación de septiembre se debió, en parte, a efectos puntuales, por lo que es probable un repunte en la recta final del año.

Cabe recordar que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se moderó en septiembre al 1,8% desde el 2,2% registrado en agosto. Este descenso marcó la primera vez que la inflación cayó por debajo del objetivo del 2% del BCE desde junio de 2021, cuando se reportó una inflación del 1,9%​. Por componentes, los servicios volvieron a registrar la tasa anual más alta y se encarecieron un 4%, una décima menos que en el mes anterior. De igual modo, la inflación subyacente se moderó en una décima porcentual, hasta el 2,7%.

Cabe recordar que según las últimas proyecciones del BCE, Frankfurt estima que la inflación general media será del 2,5% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 1,9% en 2026. En cuanto a la inflación subyacente, las previsiones apuntan a una tasa del 2,9% este año, del 2,3% en 2025 y del 2% en 2026.

En las últimas semanas, han sido muchos los miembros del BCE que han dejado caer que el organismo podría bajar los tipos de interés en la reunión de octubre. El último ha sido François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, quien ha reconocido que Frankfurt «muy probablemente» reducirá las tasas oficiales en el próximo cónclave del organismo.

“En los últimos dos años, nuestro principal riesgo era exceder nuestro objetivo (de inflación) del 2%. Ahora también debemos prestar atención al riesgo opuesto, de no alcanzar nuestro objetivo debido a un crecimiento débil y una política monetaria restrictiva durante demasiado tiempo”, ha dicho en una entrevista en el diario italiano ‘La Repubblica’.

Anteriormente, Mário Centeno, gobernador del Banco de Portugal, aseguró que la inflación estaba «controlada», aunque alertaba que la dinámica del mercado laboral «se está enfriando un poco». Por su parte, el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, se mostró abierto a una bajada de tipos en octubre, y el jefe del banco central letón, Mārtiņš Kazāks, declaró a la prensa en Riga que, aunque los datos apuntan a una medida de este tipo, la inflación aún no está vencida.

A su vez, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, pidió cautela y aseguró que «no podemos cantar victoria» en la lucha contra la inflación. «La (inflación) de servicios sigue alta, ha ido moderándose, pero muy ligeramente. Lo tenemos que vigilar. Según nuestras proyecciones, al final del próximo año estaremos muy estables tanto en inflación general como subyacente, en ese 2%», afirmó en un evento organizado por Radio Intereconomía. Con todo, Guindos también explicó que «la dirección de la política monetaria es clara» si la inflación evoluciona como se espera.

Fuente